Muchos metodistas unidos se levantarán antes que salga el sol el Domingo de Resurrección para asistir el servicio matutino. Este culto se da en una variedad de formas, pero todas tienen una cosa en común: las personas se reúnen temprano en la mañana para adorar a nuestro Señor y Salvador, Jesucristo en el día de su resurrección.
Los autores de los evangelios nos dicen que María Magdalena y algunas de otras mujeres seguidoras de Jesús fueron a su tumba temprano en la mañana del domingo. Estaban de luto y fueron a atender el cuerpo de Jesús, como era costumbre en la época.
Cuando llegaron, encontraron que la piedra había sido removida y la tumba estaba vacía. Más tarde, ellas se enteraron que Jesús, quien fue crucificado, estaba vivo.
El ir a adorar el Domingo de Resurrección a una hora o lugar diferente de lo que normalmente acostumbramos, ofrece una sensación de que algo inesperado ha sucedido. Donde no parecía haber ninguna esperanza, ahora hay esperanza. Donde había muerte, ahora hay una resurrección.
El primer servicio matutino registrado
El primer matutino de Pascua fue registrado en una reunión improvisada en Herrnhut, Alemania. Temprano esa mañana en el año 1732, un grupo pequeño de hombres jóvenes de Moravia fue al cementerio local para un tiempo especial de adoración.
Al año siguiente, el grupo invitó a toda la congregación a unirse y de ahí nació una tradición. Dentro de pocos años, el matutino de Pascua era un elemento básico de las congregaciones de Moravia.
El grupo pequeño se conocía como una banda, un término que el movimiento metodista también utilizaba en sus primeros años. Los primeros metodistas y los moravos compartieron algunas conexiones. Juan Wesley fue impresionado por la fe mostrada por un grupo de misioneros moravos durante una tormenta en su viaje de Inglaterra a Georgia. Más tarde, Wesley hizo amistad con el líder de los moravos, Nikolaus von Zinzendorf.
Más tarde Zinzendorf dijo que el servicio matutino del Domingo de Resurrección tienia sus raíces en la tradición de la Iglesia ortodoxa griega. Probablemente se refería a las vigilias de Pascua celebrada durante la noche del sábado, e inmediatamente seguido por el culto Pascua.
Símbolos del matutino
El cementerio fue una parte importante de ese primer encuentro. Como las mujeres fueron a la tumba de Jesús en el primer domingo de Pascua, estas celebraciones ocurrieron en las tumbas de los fieles. Algunos de los primeros servicios incluían un tiempo para limpiar y arreglar los terrenos del cementerio.
Mientras que un cementerio puede parecer un lugar desagradable para un culto, sirve como recordatorio a la congregación que la resurrección de Jesús es un anticipo de la resurrección de los fieles que aún está por venir (1 Corintios 15: 20-28).
Si es posible, las congregaciones se reunirán mirando hacia el este para ver el amanecer. Con la llegada de un nuevo día, y especialmente durante los primeros días de la primavera, nos acordamos de una vida nueva.
Algunos recordarán las palabras del profeta Isaías: "El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido" (Isaías 9: 2 NVI). A veces el mundo que nos rodea puede parecer muy oscuro, pero en Cristo tenemos una luz de esperanza, la misma presencia de Dios en medio de nosotros.
Encuentra un servicio cerca de usted
Hoy en día, los metodistas unidos se reúnen en una variedad de lugares. Algunos dentro de la iglesia y otros afuera. Algunos traen sillas de jardín a una playa cercana. Otros se abrigarse y se reúnen alrededor de una fogata para contrarrestar el frío de la mañana. Otros se quedan dentro del santuario de su iglesia para un servicio especial.
Dondequiera que los fieles se unen, nos reunimos en la presencia de Dios para celebrar y dar gracias por el regalo de la resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
* Joe Iovino trabaja para Comunicaciones Metodistas Unidas. Para más información acerca del artículo, visite el enlace: http://www.umc.org/what-we-believe/easter-sunrise-services-a-celebration-of-resurrection
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]