El uso de la clave en el culto cristiano se produjo aproximadamente entre los siglos 15 al 18. Estuvo de moda por un tiempo, pero luego paso. Al igual, todos los ministerios tienen un ciclo de vida.
En nuestras iglesias hoy en día, al igual que los programas, elementos de culto e incluso las personas que comparten sus dones también tienen un ciclo de vida. No siempre somos buenos aceptando cuando algo llega a su final. Tenemos la costumbre de que si funcionó una vez, lo seguimos repitiendo. ¿Así que cuándo paramos?
Eventualmente con el tiempo, ese himno favorito se agota. Tenemos que pensar en gran idea para mañana, en vez de las buenas ideas de ayer, para mantener el culto vivo.
Si su pianista ya no puede tocar un himno al ritmo, su soprano no alcanza la nota o un miembro del comité de bienvenida está pasando por una situación familiar difícil y siempre está de mal humor, es el momento de evaluar si estas personas están utilizando sus mejores regalos para servir a Dios y a la comunidad.
Estas son conversaciones muy difíciles de tener y a veces son cosas difíciles de reconocer, pero usted no está solo. Todos/as necesitamos saber cuándo parar y por qué. Éstos son algunos indicios de que usted necesita hacer un cambio en el culto:
Nos está distrayendo de la presencia de Dios.
Recientemente tuve esta experiencia. Estaba cantando las palabras, "la evidencia está por todas partes que el Espíritu del Señor está aquí," pero en realidad, no había evidencia. El sistema de sonido no estaba bien equilibrado y no podía realmente escuchar a la cantante. Fue un momento incómodo porque estaba distraído en la adoración. Al no tener mi atención puesta en Dios, significa que no le estaba prestando atención a la presencia de Dios.
El músico se distrae por la música mala.
Algunas personas se distraen con mala teología en la predicación. Para otros, puede ser que la liturgia se desconecta de las escrituras o canciones. Incluso, faltas de ortografía en la pantalla son una distracción para muchos. No todo tiene que ser perfecto en nuestros servicios, pero si estamos distraídos con frecuencia y fuera del ambiente de adoración, tenemos que evaluar y decidir que tiene que parar.
No está dando buenos frutos.
Jesús fue claro al respecto. " Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo... Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego." (Mt. 7:17, 19). Sólo usted puede discernir cuales son los buenos frutos en su congregación o en el culto. Sólo usted puede identificar donde hay una falta de conexión o que no está fomentando el culto, al igual que nombrar que está produciendo frutos malos.
Le está impidiendo de cosas grandes.
Usted, su personal y sus voluntarios sólo tienen tantas horas en una semana. Si no puedes sacar tiempo para trabajar hacia el sueño de Dios para su comunidad, usted necesita decidir qué dejar de hacer para encontrar el tiempo. A veces eso significa delegar y proporcionar oportunidades para que otros puedan contribuir. Otras veces sólo hay que dejar de hacer las cosas que nos conforman para que podamos hacer las cosas grandes.
¿Qué necesitas dejar de hacer? ¿Que pasara cuando lo hagas? Comprometámonos a parar y prepararnos para algo nuevo.
*Para más información acerca del artículo, visite el enlace: https://www.gnjumc.org/when-to-stop/
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]