Autumn Dennis*
30 de abril, 2013 | Noticias UMNS
En el mundo de hoy, la gente se apura de un lugar a otro, buscando el éxito o tratando de pagar cuentas. Como gente en movimiento, parece que no tuviéramos tiempo para nada. En una cultura que nos inculca ser independientes y exitosos, actividades como el servicio comunitario son las primeras que dejamos de lado.
Sin embargo, muchas escuelas afiliadas a la Iglesia Metodista Unida son un modelo de cómo desarrollar una cultura de servicio entre la juventud.
Soy estudiante del Martin Methodist College, Pulaski, Tenn., y todos los días veo esta batalla con el tiempo. Los estudiantes raramente tienen tiempo para comer, dormir y servir a otros. El ser coordinador del Proyecto Pobreza de Pulaski (PPP) también me permite ver esta lucha. El fin del proyecto es involucrar a los estudiantes para que aprendan sobre la pobreza sistémica y sirvan a la comunidad pobre del condado de Giles, Tenn.
Creemos que cuando uno ve la injusticia, uno se hace responsable de usar este conocimiento toda la vida.
Lo que hacemos
Los esfuerzos del PPP se canalizan a través de: educación por la noche, acciones de servicio y un club de tejido. En las noches de educación, vemos documentales, y escuchamos a oradores que nos hablan de los aspectos de la pobreza sistémica. Además, en forma regular, tenemos eventos de servicio a favor de la gente de bajos ingresos. El club de tejido cose gorros y bufandas para distribuir en las calles de Nashville, al norte de Pulaski.
Creemos que, a través de pequeños actos de amor, los estudiantes experimentan su propia creatividad en cómo usan sus dones para abordar necesidades humanas. Desde septiembre de 2012, ya hemos sobrepasado las 650 horas de servicio con más de 30 voluntarios.
La Universidad Martin no es la única universidad afiliada a la IMU que está creando una cultura de servicio.
En Tacoma, Wash., los estudiantes de University of Puget Sound confrontan la pobreza sistémica por medio del Mes del Hambre y la Destitución (MHD) y a través de Justicia y Servicio en el Club Tacoma (JuST). Estas actividades son coordinadas por la oficina de Espiritualidad, Servicio y Justicia Social.
El MHD incluye oradores que enseñan sobre la pobreza sistémica, lo mismo que recolectar alimentos y levantar fondos para organizaciones sin fines de lucro. El club JuST discute la justicia social y ofrece oportunidades para participar en talleres y para servir.
30 de abril, 2013 | Noticias UMNS
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Sin embargo, muchas escuelas afiliadas a la Iglesia Metodista Unida son un modelo de cómo desarrollar una cultura de servicio entre la juventud.
Soy estudiante del Martin Methodist College, Pulaski, Tenn., y todos los días veo esta batalla con el tiempo. Los estudiantes raramente tienen tiempo para comer, dormir y servir a otros. El ser coordinador del Proyecto Pobreza de Pulaski (PPP) también me permite ver esta lucha. El fin del proyecto es involucrar a los estudiantes para que aprendan sobre la pobreza sistémica y sirvan a la comunidad pobre del condado de Giles, Tenn.
Creemos que cuando uno ve la injusticia, uno se hace responsable de usar este conocimiento toda la vida.
Lo que hacemos
Los esfuerzos del PPP se canalizan a través de: educación por la noche, acciones de servicio y un club de tejido. En las noches de educación, vemos documentales, y escuchamos a oradores que nos hablan de los aspectos de la pobreza sistémica. Además, en forma regular, tenemos eventos de servicio a favor de la gente de bajos ingresos. El club de tejido cose gorros y bufandas para distribuir en las calles de Nashville, al norte de Pulaski.
Creemos que, a través de pequeños actos de amor, los estudiantes experimentan su propia creatividad en cómo usan sus dones para abordar necesidades humanas. Desde septiembre de 2012, ya hemos sobrepasado las 650 horas de servicio con más de 30 voluntarios.
La Universidad Martin no es la única universidad afiliada a la IMU que está creando una cultura de servicio.
En Tacoma, Wash., los estudiantes de University of Puget Sound confrontan la pobreza sistémica por medio del Mes del Hambre y la Destitución (MHD) y a través de Justicia y Servicio en el Club Tacoma (JuST). Estas actividades son coordinadas por la oficina de Espiritualidad, Servicio y Justicia Social.
El MHD incluye oradores que enseñan sobre la pobreza sistémica, lo mismo que recolectar alimentos y levantar fondos para organizaciones sin fines de lucro. El club JuST discute la justicia social y ofrece oportunidades para participar en talleres y para servir.