Claves:
• La 24ª Conferencia Internacional sobre el SIDA se celebró recientemente en Montreal.
• Líderes religiosos y asistentes a la conferencia escucharon cómo el COVID-19 y la viruela del mono están obstaculizando el progreso en el tratamiento del VIH.
• Predicar sobre la necesidad de hacerse la prueba del VIH y trabajar para acabar con el estigma asociado al virus son formas en que los/as líderes religiosos/as pueden ayudar a acabar con el SIDA.
Líderes religiosos y los/as asistentes a la 24ª Conferencia Internacional sobre el SIDA que se llevó a cabo del 29 de julio al 2 de agosto en Montréal, escucharon que las nuevas amenazas mundiales para la salud como el COVID-19 y la viruela del mono están obstaculizando el progreso hacia la mejora en la prevención, el tratamiento y la atención del VIH, pues aunque durante las últimas décadas hubo un progreso lento y constante en la reducción del número de personas infectadas con el VIH y las muertes relacionadas con el SIDA, la llegada del COVID y la viruela del mono han complicado la situación.
“Seamos claros: hemos perdido terreno en los últimos dos años y los/as más vulnerables han sido más afectados” declaró la Dra. Adeeba Kamarulzaman, expresidenta de la Sociedad Internacional del SIDA.
El Dr. Anthony Fauci, principal asesor médico del presidente Joe Biden, advirtió que con tres emergencias sanitarias mundiales simultáneas, este “no es el momento para poner en pausa” la lucha contra el VIH.
Winnie Byanyima directora ejecutiva de ONUSIDA informó que hubo 650.000 muertes relacionadas con el SIDA el año pasado, lo que significa la pérdida de una vida cada minuto a pesar del tratamiento eficaz del VIH y las herramientas para prevenir, detectar y tratar infecciones: “Podemos terminar con el SIDA para 2030 pero la curva no se doblará sola. Tenemos que derribarla juntos/as”.
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Fauci y los/as oradores/as de los Centros para el Control de Enfermedades predijeron un aumento de la viruela del mono, y ya hay miles de nuevas infecciones en Europa y América del Norte entre hombres homosexuales y bisexuales. Las personas inmunocomprometidas que viven con el VIH son especialmente vulnerables a enfermedades infecciosas como el COVID, la viruela del mono, la tuberculosis y la malaria.
Todos/as los/as oradores/as en la conferencia expresaron su preocupación de que los grupos políticos y religiosos conservadores estigmaticen la viruela del mono de la misma manera que los hombres homosexuales la experimentaron al comienzo de la pandemia del VIH, por lo que el desafío a los/as líderes religiosos y los/as asistentes es no responder con histeria u homophobia al tema.
ONUSIDA calificó su informe como "En peligro" y afirmó que "la inversión y la acción insuficientes nos están poniendo a todos/as en peligro" pues aproximadamente 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH ocurrieron en 2021, más de 1 millón más que el objetivo mundial. Es especialmente alarmante que una adolescente o mujer joven adquiera el VIH cada dos minutos y cabe destacar que durante los primeros dos años de COVID, millones de niñas no asistieron a la escuela, con lo que aumentó la violencia sexual y se experimentaron tasas más altas de embarazos.
La cantidad de personas que reciben tratamiento para el VIH que les salva la vida creció más lentamente en los últimos años y millones de personas infectadas aún no pueden obtener medicamentos que les salven la vida. Solo el 52% de los/as niños/as que viven con el VIH tienen acceso a este tipo de medicamentos en comparación con el 76% de los/as adultos/as. Durante la crisis de COVID esta brecha ha aumentado en lugar de reducirse.
El COVID interrumpió las pruebas y el tratamiento antirretrovirales, ya que los confinamientos impidieron la distribución de medicamentos y evitaron que las personas verificaran su estado serológico. La escasez mundial de alimentos ha impedido que algunas personas tomen sus medicamentos, porque saben por experiencia que los efectos secundarios son peores con el estómago vacío.
Los/as asistentes a la conferencia aprendieron que se está prestando mayor atención al papel del estigma en la limitación del progreso científico para acabar con el SIDA, lo cual fue un tema presentado por los/as líderes de ONUSIDA, el Fondo Mundial y el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR) durante una preconferencia interreligiosa híbrida de más de 400 personas, los días 27 y 28 de julio, cuando los/as oradores/as enfatizaron que las comunidades religiosas pueden ayudar a reducir el estigma individual y estructural que inhibe a las personas a hacerse la prueba y recibir tratamiento, si incluyen en sus sermones la importancia de hacerse la prueba.
Si bien los/as altos/as funcionarios/as de las organizaciones contra el SIDA piden una mayor participación de la comunidad religiosa, no está claro si ellas están interesadas en participar pues pocos/as representantes oficiales de las principales denominaciones estadounidenses asistieron al evento de Montreal.
Representantes de ONUSIDA y PEPFAR enfatizaron que sus organizaciones quieren escuchar y responder a las comunidades religiosas involucradas en los ministerios del SIDA porque muchas personas en todo el mundo están profundamente involucradas en sus iglesias, mezquitas, sinagogas y templos.
En respuesta a este punto, un adulto joven de Zimbabue pidió que las organizaciones gubernamentales implementen sus palabras en programas: “Los/as jóvenes de mi país están atados/as a nuestras comunidades de fe desde el día en que nos bautizamos hasta que morimos. Si mi gente quiere estar saludable, es imperativo educar a nuestros/as líderes sobre las pandemias infecciosas”.
Ekow Tachie-Mensah, un joven embajador cristiano de Ghana, enfatizó el “papel clave que juegan los/as líderes religiosos para influir en las pruebas, el tratamiento y la superación del estigma”.
Una invitada especial en la conferencia interreligiosa fue Jeanne White-Ginder, una activista contra el SIDA de Leesburg, Florida quien relató las luchas que ella y su hijo Ryan White enfrentaron en la década de 1980, cuando Ryan no pudo asistir a una escuela en Kokomo, Indiana porque como hemofílico recibió un producto sanguíneo contaminado; también recordó la falta de aceptación que encontraron en su iglesia metodista unida local en ese momento: “Perdí la fe en mi iglesia pero nunca mi fe en Dios y Jesucristo”. Comentó cómo se hizo amiga del cantante británico Elton John y llegó a conocer el amor y la aceptación de la comunidad gay y lesbiana marginada.
Un sacerdote católico romano, el padre Maryknoll Richard Bauer del Instituto de Espiritualidad y Salud de la Universidad George Washington, señaló que el sueño de Ryan White resuena en el corazón de todos/as los/as niños/as del mundo: “Quiero ir a la escuela”. Sin embargo, incluso hoy en día, los/as niños/as seropositivos/as enfrentan obstáculos y los/as adolescentes que viven con el VIH enfrentan una mayor propensión al suicidio. Bauer enfatizó que “el estigma y la discriminación son pecados; los/as cristianos/as están llamados/as a adoptar una teología de la hospitalidad”.
Valeria Rachinska de 100% Vida en Kyiv, Ucrania suplicó al grupo interreligioso apoyo espiritual y financiero para las aproximadamente 250.000 personas que viven con el VIH en su país.
El Rev. Dr. Donald E. Messer del Comité Mundial Metodista Unido sobre el SIDA, escucha a Valerie Rachynska de Kyiv, Ucrania, describir las condiciones de guerra de las personas que viven con el VIH en Ucrania. Foto cortesía de Don Messer.
El caso de Anastasia, una mujer de 29 años diagnosticada con VIH solo dos semanas antes de que los rusos invadieran es ilustrativo. Ella escapó de su ciudad natal y se escondió en un sótano en otro pueblo durante 10 días, pero solo tenía tres días de medicamentos antirretrovirales. Desde un refugio temporal en Vinnytsia, comentó con ansiedad que “no sé qué me matará primero: el VIH o las bombas”.
A pesar de los muchos peligros descritos, sigue prevaleciendo la esperanza de que el SIDA podría terminar para 2030 si se supera el estigma y se observa la ciencia, que destaca cinco signos de progreso medico:
En primer lugar, cuando se tratan adecuadamente con medicamentos antirretrovirales, las personas no pueden transmitir el VIH a otros/as. Fauci enfatizó la campaña U=U, ya que las personas pueden alcanzar y mantener una carga viral indetectable, por lo que no infectan sexualmente a otros/as y las personas examinadas y tratadas reducen efectivamente la propagación del VIH y el SIDA.
Segundo signo de progreso es que el año pasado nacieron 5,5 millones de niños/as libres del VIH, porque ellos/as y sus madres seropositivas recibieron el tratamiento y la medicación adecuados, lo que indica que se podría eliminar la transmisión vertical de madre a hijo/a.
En tercer lugar, aunque no existe cura ni vacuna para el VIH si hay tratamientos y vacunas disponibles para la viruela del mono y el COVID-19; pero la inequidad en la distribución obstaculiza el progreso.
En cuarto lugar, existen nuevas posibilidades de prevención con la distribución mundial más amplia de un medicamento oral diario conocido como PrEP (profilaxis previa a la exposición). Los medicamentos de marcas populares como Truvada o Descovy casi eliminan la transmisión del VIH de una pareja infectada y en el horizonte inmediato está la posibilidad de que cabotegravir (CAB-LA), inyectado una vez cada dos meses, pueda eliminar estas píldoras y posiblemente ser más eficaz.
Y en quinto lugar está que las pruebas caseras efectivas para el VIH tienen un costo asequible de solo un dólar por lo que las personas pueden sentirse más seguras al obtener un diagnóstico sin el estigma de la comunidad.
Sin embargo, persiste la apatía hacia el VIH en la iglesia y la sociedad, lo que llevó a Francesca Merico, ex coordinadora de la Alianza Ecuménica de Defensa del Concilio Mundial de Iglesias, a recordar a la reunión interreligiosa: “Podemos estar cansados/as del virus, pero el virus no está cansado de nosotros/as.
* Messer es director ejecutivo del Centro para la Salud y la Esperanza en Centennial, Colorado, y se desempeña como secretario del Comité Global Metodista Unido del SIDA. Contacto con los medios de comunicación: Julie Dwyer editora de noticias. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a [email protected].
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.