Puntos clave:
- La Iglesia Metodista Unida de Cristo en San Diego descubrió que cuanto más trabajaba para crecer con las estrategias de evangelismo tradicional, más veía reducirse su membresía, por lo que pasó a ser un centro de ministerio.
- El pastor Bill Jenkins estima que la congregación ha ayudado a 10.000 migrantes en los últimos 20 años.
- Las familias inmigrantes haitianas, que huían de los desastres y la violencia en su propio país, encontraron refugio en el centro y terminaron convirtiéndolo en su hogar espiritual.
A principios de este siglo, el Rev. Bill Jenkins no imaginaba que vería un profundo proceso de transformación en la congregación que estaba comenzando a servir. Jenkins había sido nombrado pastor de la Iglesia Metodista Unida de Cristo, en San Diego, en el año 1999, y durante 12 años trabajó duro para revitalizar una iglesia que se encontraba en declive: “Los primeros seis años, tratamos de hacer crecer la iglesia a la antigua manera de Billy Graham: avivamientos, tocando puertas y todo eso. Cuanto más trabajábamos, más pequeña se hacía la iglesia”, dijo.

En 2005, le dijo a la congregación: "Si no hacemos algo diferente, saben lo que podría suceder: la iglesia se cerrará, la propiedad se venderá y ustedes ya conocen esa película". Jenkins compartió con líderes locales y conferenciales una propuesta para un modelo de iglesia diferente, enfocado en ministerios y servicios comunitarios. Basado en el pasaje bíblico en Mateo 25, sobre el juicio a las naciones y la importancia de cuidar a las personas en necesidad, propuso cambiar el modelo de congregación tradicional en un centro ministerial: “Quería hacerles entender que sería una gran pérdida si cerráramos la iglesia y vendiéramos la propiedad”, dijo Jenkins.
Una de las grandes diferencias entre una iglesia tradicional y el modelo de centro ministerial es el uso del edificio. En el modelo de iglesia tradicional, los miembros se enfocan en sus actividades dominicales.
"Casi todo giraba alrededor de los domingos. Si el 90% del tiempo, la energía y los recursos de la congregación se concentran en unas pocas horas durante los domingos, es signo de que una iglesia está caminando hacia su extinción. El centro ministerial es una iglesia los sietes días de la semana".
La decisión de cambiar el modelo de ministerio de la iglesia afectó significativamente la asistencia. “En 2011, el último domingo que prediqué en la antigua congregación, asistieron unas 35 personas. Ahora, durante los días previos a la pandemia, teníamos alrededor de 2.000 personas a la semana”, dijo Jenkins.
Incluso en medio de la pandemia, más de 1.000 personas se reúnen cada semana en el edificio. El culto dominical solo atrae a unas 300 personas a las 10 congregaciones de diferentes culturas y denominaciones que conviven en el edificio del Centro Ministerial Metodista Unido “Cristo”.
Los ministerios con migrantes son comunes en las zonas fronterizas. La antigua Iglesia Metodista Unida “Cristo” tenía un programa de asistencia a refugiados que fue revitalizado y ampliado bajo el nuevo modelo ministerial: “Durante más de 20 años, hemos estado enamorados del ministerio con migrantes. Mi estimación es que hemos ayudado a unos 10.000 migrantes en 20 años”, dijo Jenkins.
En 2009, un grupo de 22 migrantes haitianos llegó al centro en busca de refugio. Se quedaron en habitaciones que estaban preparadas en el edificio, luego comenzaron a adorar los domingos por la noche porque era el tiempo en que la capilla estaba vacía: "Ya no está vacía. Las familias migrantes vinieron a nuestro culto dominical, con su maravillosa música con ritmo caribeño, y duplicamos nuestra asistencia, simplemente abrimos nuestros brazos, nuestro corazón, nuestra mente y nuestros bolsillos para recibirles”.
El terremoto que azotó Haití en 2010 llevó a muchas personas a buscar refugio en los Estados Unidos. La historia se repitió a principios de este año, y los/as nuevos/as solicitantes de refugio que han venido llegando a los Estados Unidos se han enterado de la existencia de la congregación metodista unida haitiana y el apoyo que ofrecía. Más de 300 personas recibieron refugio en el centro ministerial y se convirtieron en parte de la nueva Iglesia Metodista Unida de Haitiana.
En 2011, alrededor de 46.000 inmigrantes haitianos/as fueron de Estados Unidos a Brasil en busca de oportunidades laborales, atraídos por empresas de construcción que buscaban mano de obra barata para apoyar los trabajos relacionados con la copa del mundo de fútbol y los juegos olímpicos de 2016. Una vez concluidos los juegos, Brasil se volvió políticamente inestable. Se produjo un juicio político a la presidenta, la economía se vio afectada y la nueva administración política expulsó a los/as migrantes haitianos/as.
Muchos/as han estado tratando de regresar a los EE. UU. En 2020, más de 6.000 migrantes haitianos/as estaban en la frontera en Tijuana, esperando asilo, según la Asociación de Defensa de los Migrantes Haitianos: “El Día de Acción de Gracias, se cerró la frontera para los/as haitianos/as y se permitió cruzar a 6.000 personas de la cuales recibimos a 5.000 de ellos/as. Otros 40.000 permanecen en algún lugar fuera de las fronteras, la mayoría de ellos/as en México, pero también en Centro y Sudamérica”, dijo Jenkins.
En 2021, después de que la administración del presidente Biden reactivó el proceso de asilo regular, nuevos grupos de migrantes haitianos/as cruzaron la frontera y comenzaron a dormir en las calles de San Diego: “Recibimos una llamada telefónica que nos decía lo que estaba sucediendo y fuimos a buscarles en una camioneta de la iglesia. Muchos/as nos decían que, al ver el rótulo de la camioneta que dice ‘Iglesia Metodista Unida Haitiana’, veían a Jesús”, recordó Jenkins.

Muchos/as migrantes haitiano/as que cruzaron a los Estados Unidos en 2016, por los predios de la ciudad de San Diego, al ver la camioneta que pertenece al Centro Ministerial “Cristo” y tiene un rótulo que dice “Iglesia Metodista Haitiana” decían haber visto a Cristo, como reflejo de su desesperación por encontrar ayuda y esperanza en su travesía migratoria. Foto Rev. Gustavo Vasquez, Noticias MU.
“Trajimos un grupo de ellos/as aquí, y al día siguiente recibimos otro grupo, y al día siguiente otro. Entre junio y el Día de Acción de Gracias, recibimos a unos/as 5.000 migrantes haitianos/as aquí ", dijo Jenkins.
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El departamento de bomberos de la ciudad advirtió al centro que el edificio no podía albergar a tantas familias por razones de seguridad, por lo que el centro comenzó a buscar otros lugares para reubicar a las personas. Fue por ello que compraron una casa frente al edificio, al mismo tiempo que otras iglesias y lugares de culto de otras religiones, abrieron sus espacios para recibir a unas 150 personas.
"Ahora estamos alquilando más lugares, con el apoyo económico de organizaciones internacionales, otras iglesias, individuos, fundaciones, que creen en los ministerios que brindan reciben y apoyan a los/as extranjeros/as que llegan con las esperanza de tener nuevas y mejores oprotunidades", dijo Jenkins.
Ronald Fildor, de 43 años, es de Cabo Haitiano. Salió de su país en 2014 y cruzó 10 fronteras (Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México) para llegar a Estados Unidos: “Llegué aquí en agosto de 2021 con mi esposa y mis dos hijas, después de muchas dificultades”, dijo mientras recordaba que fue victima de ataques y robo varias veces además de ver personas asesinadas en el camino durante el viaje.
Fildor y su familia asistían a una iglesia en Haití y ahora están en el Centro Ministerial “Cristo”, desde agosto. Actualmente asisten a la Iglesia Metodista Unida Exodus, una congregación haitiana que opera en el centro y está dirigida por el Rev. Donald Owens, a quien Fildor califica como su única familia en los Estados Unidos, junto a la gente que trabaja en el centro.
La mayoría de las familias migrantes deben permanecer entre 48 y 72 horas en refugios hasta que puedan viajar para encontrarse con familiares o amigos. Aproximadamente el 10% no tiene un lugar donde quedarse y necesita más tiempo para encontrar formas de incorporarse a la sociedad.
“Hemos brindado atención a largo plazo de seis meses a dos años con el apoyo de otras organizaciones e iglesias. Es un milagro para nosotros ver cómo una pequeña congregación agonizante ha podido ministrar a más de 10.000 personas”, dijo Jenkins.
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo