El teólogo aboga por evitar el fundamentalismo económico, político y religioso
Al fin y al cabo, el congreso, como ha señalado la teóloga mexicana, junto con el uruguayo Pablo Bonavia, quiere ser una oportunidad con la que descubrir la fuerza de lo pequeño y de los pequeños, y de impulsar una forma de ser Iglesia que tuvo su mejor expresión en Medellín en 1968 y que ha recuperado su vigor con la elección del Papa Francisco, que muestra una nueva forma de estar y actuar, que vive y fomenta la solidaridad con los excluidos y con la madre tierra, queriendo construir una sociedad que promueva la dignidad de todos y todas.
En su opinión, el Obispo de Roma deja claro que la opción por los excluidos es la mejor confesión de fe acerca de Dios y su forma de ser, llamando a la promoción del Reino antes que a la autopromoción institucional y siendo partícipes de la construcción de un paradigma de sociedad alternativa y, al mismo tiempo, haciendo nuestro aporte al proceso de reforma eclesial. Todo ello sin olvidar la necesidad de intensificar nuestro compromiso con los pequeños, místicos, profetas y todos los que se sienten artesanos de un nuevo mundo posible.
Pero el plato principal de esta jornada inaugural ha corrido a cargo de Leonardo Boff, quien ha reflexionado a partir del tema "El factor religioso en el contexto de la conflictividad global". El teólogo brasileño ha partido de la idea de que la religión y la teología están en alza, pues movilizan un gran número de personas y son causas de muchas guerras, especialmente en el ámbito musulmán.
Siguiendo las ideas de Samuel Huntington, afirma que en el mundo moderno la religión es tal vez la fuerza central y que eso hace que, en última instancia, lo que cuenta para las personas no son las ideas políticas o el interés económico y sí las convicciones religiosas, por las cuales combaten y están dispuestas a dar su vida. Los países occidentales ven la religión como algo pasado de moda, cosa de quienes no piensan o han dejado de pensar (niños y ancianos). Frente a eso, en el islam la religión camina junto a la política.
Boff señala que dentro de las religiones existe la enfermedad del fundamentalismo, fenómeno surgido en el ámbito del cristianismo protestante conservador estadounidense un siglo atrás, que pretendía mantener la fe original de los fundadores a partir de la lectura literal bíblica.
Esto se fue extendiendo a otras religiones e inclusive a la Iglesia católica, que llegó a afirmar que fuera de ella no hay salvación, y que es la única, pues las otras sólo tienen algunos elementos eclesiales. Creerse los únicos portadores de la verdad condena al fundamentalismo y a la intolerancia, entendiendo mi doctrina y mi verdad como las únicas verdaderas.
Pero el fundamentalismo no afecta solamente a la dimensión religiosa, también a la dimensión social y económica, manifestándose en la macroeconomía capitalista y el neoliberalismo, que quiere imponer esa fórmula a todos. Por eso dice que desde el Pentágono se sostiene la idea de que un mundo, un imperio, y frente a esto, el Papa Francisco defiende que un mundo, una casa común.
También afirma que otro tipo de fundamentalismo es la arrogancia de la cultura occidental, que se cree superior al resto y es causa de muchos de los conflictos que hoy tienen lugar en el mundo, en consecuencia de la voluntad de imponer esa cultura en todos los rincones.
Es necesario rescatar y articular otras formas de saber, más allá del saber científico, pues todo saber es una ventana sobre la realidad, que es algo que no conocemos lo que es. Ese rescate de saberes enriquece nuestra lectura de la realidad, por ello hay que rescatar con urgencia la razón cordial, sensible, más allá de la razón intelectual, aspecto que el Papa Francisco recoge en su última encíclica.
Leonardo Boff nos hace caer en la que cuenta que no son las religiones, y sí nosotros, quienes somos fundamentalistas y no queremos darnos cuenta de eso, que no podemos imponer nuestra forma de pensar la sociedad, de venerar a Dios, como la única forma legítima. Leonardo recuerda las palabras de Antonio Machado, en las que dice "¿Tú verdad? no, la verdad; y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela". La verdad no es la posesión de uno o de otro.
* Luis M. Modino, enviado especial a Belo Horizonte de Religión Digital. Para ver el artículo originalmente publicado en Religión Digital abra el siguiente enlace: http://www.periodistadigital.com/religion/america/2015/10/27/leonardo-boff-el-proximo-paso-del-mundo-iglesia-religion-dios-jesus-papa-obispo-amerindia-brasil-belo.shtml?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter