Historia - La Casa de la Anunciación en El Paso ha estado sirviendo a refugiados/as de Centroamérica desde 1976. En los últimos meses, Centroamérica ha experimentado una escalada en violencia, tráfico de drogas, tráfico humano y extorsión a familias. El número de refugiados/as que cruzan la frontera de El Paso ha aumentado dramáticamente, de un promedio semanal de entre 200 a 300 personas a un margen de 600 a 1000 por semana.
Con recursos limitados y sin poder servir al creciente número de inmigrantes, el director de la Casa de la Anunciación, Rubén García, llegó a las iglesias cercanas a El Paso. Sin espacios suficientes y adecuados donde brindar alojamiento, “Immigration Customs Enforcement” (ICE) no tiene más remedio que dejar a las familias en la calle después de haber sido investigadas.
Respuesta local de la IMU
La Revda. Nema LeCuyer, pastora de la IMU El Calvario en Las Cruces, se enteró de la necesidad por medio de la Diócesis Católica de Las Cruces. El Diácono Lonnie Breseno de la diócesis católica había estado reclutando familias que brindaran hospedaje por un período de entre 24 a 72 antes de que los/as refugiados/as fuesen transportados/as a sus familiares y patrocinantes ante el sistema migratorio. Miembros de varias iglesias metodistas unidas, entre ellos El Calvario y la Universidad, respondieron al llamado.
Después de haber acogido a dos familias, Nema reconoció la necesidad de una forma de llevar provisiones mientras los/as refugiados/as viajaban en autobús o avión, es por eso que nació la iniciativa "Mochilas de esperanza" o "Paquete de esperanza" nacieron. La iglesia de Nema recoge donaciones de alimentos no perecederos, aperitivos, artículos de aseo, juguetes y se reúne para preparar las mochilas todos los martes por la tarde. Este programa en particular sirve a unas 20 familias (alrededor de 40 a 80 personas) los martes por la noche.
Tiempo de prueba
En inicio del programa "Mochilas de Esperanza" fue el 13 de diciembre de 2016. El autobús de los servicios de inmigración llegó a una iglesia no denominacional por la tarde, mientras la luna llena se elevaba sobre las Montañas “Organ”. Normalmente, a nadie se le permite estar en la puerta del autobús, pero la pastora Nema va a donde Dios la llame y los/as otros/as voluntarios/as la siguieron. Los/as refugiados/as fueron recibidos/as con abrazos mientras caminaban hacia el edificio para ser registrados/as y asignarles ropa necesaria y una familia anfitriona. Ellos/as murmuraban "Gracias por todo" una y otra vez.
Había aproximadamente 50 personas de diferentes regiones de Guatemala predominantemente mayas, en su mayoría personas solteras, pero también habían padres y madres con niños/as pequeños/as y bebés, algunos/as portando bolsas de plástico con ropa o pañales. Todos parecían agotados/as y llevaban la misma ropa por más de un mes.
La IMU El Calvario había hecho mochilas para los/as padres/madres y otra para los/as niños/as. Tuvieron que reducir el número de mochilas en las siguientes semanas, ya que las personas que eran de baja estatura, también tenían que llevar a sus bebes en brazos o en portabebés de tela, por lo que una mochila sería suficiente. Mientras caminaban con sus anfitriones/as hacia el estacionamiento oscuro, los/as refugiados/as expresaron su gratitud con sonrisas, esperando que su largo viaje terminara en Los Ángeles o Virginia.
Hospitalidad Interreligiosa
Después de que todos/as los/as refugiados/as entraron en el edificio, el agente de inmigración se acercó a Nema con lágrimas en los ojos y la abrazó. Nunca había sido testigo de que los/as refugiados/as fueran atendidos/as y recibidos/as con tanto amor. Varias denominaciones en el área de Las Cruces y El Paso han unido sus fuerzas para servir a estas personas de la manera más hermosa. La crisis global de los/as refugiados/as parece enorme y no termina nunca, pero es una necesidad a la que podemos responder en nuestra propia comunidad.
El Protocolo
Al igual que en el ejemplo del "Buen Samaritano", Dios nos llama a reconocer el sufrimiento y a responder sin considerar las consecuencias, pero es importante estar informados/as sobre el proceso humanitario y logístico de cómo los/as refugiados/as ingresan a Estados Unidos. ICE tiene un sistema de protección contra el terrorismo y para mantener a los/as refugiados/as seguros/as.
Una vez que se cruza la frontera, los/as refugiados/as son detenidos/as y examinados/as, para asegurarse de que no son una amenaza para el país y que corren peligro inminente si permanecen en su país de origen. Las personas tienen benefactores/as que pagan por su transporte para viajar y hospedarles. Los/as refugiados/as deben usar pulseras de tobillo para monitorear y asegurarse de que lleguen a la ubicación acordada y no se permiten fotografías cuando los/as refugiados/as desembarcan del autobús ICE.
¿Cómo puedes ayudar?
Las necesidades de los/as refugiados/as son la seguridad, el descanso, el sustento y la higiene general. Para las Mochilas de Esperanza, se necesitan alimentos no perecederos, bocadillos, cordones de zapatos, libros para colorear, creyones, artículos aseo y muchos otros más.
El sitio web de la Casa de la Anunciación proporciona una lista de las necesidades y las ideas de donación para su ubicación de hospitalidad: https://annunciationhouse.org/
Si usted y su iglesia quisieran donar dinero, suministros o trabajo voluntario preparar las mochilas o crear una oportunidad de misión para su iglesia con la Casa de la Anunciación, comuníquese con Roselie Johnston, Coordinadora de Misión y Programas de la Conferencia Anual de Nuevo México: rjohnston @ nmconfum. Com o 505-255-8786, ext. 101.
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]