He estado en mi coche la mayor parte del día con la radio sintonizada en la CNN. En primer lugar, el anuncio de la Corte Suprema; luego un avance de la noticia sobre los presos fugados en el noreste, despué un informe de los ataques terroristas en tres continentes; y finalmente, las palabras de consuelo desde el funeral del asesinado pastor y senador Clementa Pinckney, en Charleston, mientras la congregación cantaba, "Alcancé Salvación" (It Is Well with My Soul), realmente necesitaba esas palabras. Mi alma, como las vuestras, hoy está llena de emociones que se entremezclan.
La decisión de la Corte Suprema tomada hoy, la cual legaliza el matrimonio del mismo sexo en los 50 estados, es celebrada por algunos, mientras que otros se sienten decepcionados por esta decisión de la Corte, ya que consideran que el matrimonio igualitario es un error. Como obispo de ambos grupos que son parte de la iglesia en la actualidad, quiero ofrecerles una palabra pastoral. Si alguna vez se nos ha llamado a ser el Cuerpo de Cristo, es en un día como hoy. Independientemente de que esté de acuerdo o en desacuerdo con la decisión, estamos llamados a "Sean afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros". (Romanos 12:10 NBLH)
La Iglesia Metodista Unida trabaja como denominación, en el tema de la sexualidad humana y asume este tema difícil y divisivo, con todas las tensiones que genera. ¿Podemos encontrar una manera de vivir en esta tensión asumiendo el camino de amarnos con un "sí y", en vez de un "sí, pero"?. ¿No sólo llegando simple "acuerdo de estar en desacuerdo", sino vivir verdaderamente nuestra vida como el Cuerpo de Cristo?
La decisión del Tribunal Supremo no cambia nada en cuanto a la posición de la Iglesia Metodista Unida sobre el matrimonio del mismo sexo. La Conferencia General de la iglesia, la cual se reunirá el próximo año en Portland, es la única que tiene la autoridad para hacer tal cambio.
Mientras la iglesia hace frente a los problemas de nuestras comunidades y nuestro mundo, mi oración es porque podamos hacerlo de una manera que nos distinga del mundo y de la cultura que nos rodea. Debemos tratar a los demás como hermanos y hermanas en Cristo, quien actúa desde su gracia que une y no que divide.
Hay tantas cosas buenas que suceden en La Iglesia Metodista Unida hoy, así que no permitamos que el tema de la sexualidad humana sea lo que nos defina. Mantengamonos firmes y centrado/as en nuestros futuro, liderando al pueblo hacia una vida abundante en Cristo; participando en nuestras comunidades; aprendiendo, viviendo y contando la historia del evangelio y extendiendo las manos a la gente en todos los ámbitos de la vida. Sacralicemos sólo la misión de hacer discípulos de Jesucristo para la transformación del mundo.
Por favor, únanse conmigo en oración por nuestra iglesia y para nuestra nación, todos los días a las 13:00 (1pm). Comenzamos esta práctica en octubre de 2012 y les pido que renueven su compromiso de orar por la Iglesia Metodista Unida, la Conferencia Anual de Luisiana, sus congregaciones locales, pastores/as, obispos/as, la Conferencia General de 2016 y por cada uno de ustedes, para discernir una nueva manera de ser Iglesia en un momento lleno de tensión.
"Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes.". (Colosenses 3:17 TLA)
Gracia y Paz,
Obispa Cynthia Fierro Harvey
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el [email protected]