Para la mayoría del pueblo metodista unido estos son días difíciles que traen a la memoria imágenes bíblicas de granos quemados y vacas flacas. Pero tal como lo hizo José en el Libro del Génesis, las conferencias metodistas unidas están buscando en sus tiendas para ayudar a las iglesias locales y otros ministerios a responder a la devastación por el COVID-19, y superar los tiempos difíciles.
“La mayoría de las conferencias están bien”, dijo el Rev. Nate Berneking, hablando de los cuerpos eclesiásticos regionales. Es el director de los ministerios financieros y administrativos de la Conferencia Anual de Missouri, así como el presidente de la Asociación Nacional de Tesoreros de la Conferencia Anual de la denominación en los Estados Unidos. "No es color de rosa; tampoco es 'Todo es genial', pero nos estamos defendiendo" agregó Berneking.
Más de siete meses después de la pandemia global de COVID-19, las conferencias de los Estados Unidos al igual que las congregaciones a las que sirven, están sintiendo la presión financiera por la caída en las ofrendas y elaumento de las necesidades en sus comunidades. Al menos tres conferencias han despedido personal, y muchas están planificando presupuestos significativamente reducidos para el 2021. "No he oído de ninguna conferencia donde las ofrendas hayan aumentado, pero en algunas conferencias solo han bajado un 1 o 2%, aunque en otras, han bajado mucho más que eso" dijo Berneking.
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Noticias MU está publicando informes de las conferencias anuales de 2020.
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En la medida en que la enfermedad continue devastando las economías mundiales y la vida personal, es probable que la tensión aumente. En los Estados Unidos las nuevas solicitudes de ayuda por desempleo siguen siendo más altas que en cualquier momento durante la severa recesión de 2007-2009, y aún así, el panorama no es del todo sombrío.
Las conferencias están usando sus reservas para sostener el ministerio y brindar a sus iglesias ayuda financiera y también están encontrando nuevas formas de ministrar en este momento de distancia social, incluido el liderazgo en el renovado compromiso de la denominación con la justicia racial.
La constitución metodista unida define la conferencia anual como "el cuerpo básico" de la iglesia, que actúa como un eje que conecta la denominación global.
Las conferencias apoyan a las iglesias en el ministerio que las congregaciones individuales no pueden hacer por sí mismas, pues patrocinan planes de beneficios para el clero, administran campamentos, supervisan los ministerios del campus, inician nuevas iglesias, capacitan a pastores/as locales, organizan esfuerzos de ayuda en toda la conferencia y ayudan a las iglesias que luchan a tener pastores/as compensados de manera equitativa. Pero todos estos esfuerzos requieren dinero y las conferencias se basan en los aportes, es decir, las donaciones de las iglesias locales para apoyar el ministerio. Las conferencias, a su vez, pagan los aportes que apoyan los ministerios generales de la iglesia, como los/as obispos/as y el trabajo misionero en todo el mundo. Alrededor del 99% del apoyo financiero para los ministerios de toda la denominación proviene de las 54 conferencias de los Estados Unidos.
Dado que la pandemia dejó a millones de personas sin trabajo y cerró la opcion de asistir en persona al culto de adoracion, muchas conferencias han dado a sus iglesias locales un receso para enviar sus aportes habituales.
La Conferencia Anual de Missouri dio permiso a sus iglesias de retener hasta una cuarta parte de sus aportes, dijo Berneking. En este punto, los aportes a la conferencia han bajado un 9% en comparación con el año pasado. "El hecho de que solo hayan retenido el 9% es bastante bueno, creo" dijo.
La Conferencia Anual Ampliada de New Jersey, en el epicentro del contagio en los Estados Unidos durante los primeros meses de la pandemia, asignó $5 millones para apoyar a las congregaciones y comunidades durante la crisis. Ese total incluía una pausa de hasta cuatro meses para el pago de sus aportes, así como $2,2 millones en subvenciones a las congregaciones para la distribución de alimentos y las necesidades de emergencia de las personas de la comunidad, los salarios y beneficios del clero y las facturas de las congregaciones. El financiamiento provino de reducciones en los gastos, las licencias de todo el personal de la conferencia durante 10 viernes durante el verano, la venta de una propiedad de la iglesia y un préstamo interno del Fondo Harvest Mission de la conferencia. El Obispo John Schol, de la conferencia, dijo en la reunión que las congregaciones de su conferencia ahora están distribuyendo 20.000 comidas al mes.
Randy Bowman, tesorero de la Conferencia Anual del Desierto del Suroeste dijo que la disminución en los aportes no se acerca al escenario de pesadilla que temía esta primavera. Los cierres por el COVID-19 también han reducido los gastos. “El resultado es que puedo decir honestamente que no creo que el COVID-19 haya tenido un impacto financiero negativo significativo en los ministerios de nuestra conferencia” dijo Bowman.
La Conferencia Anual de Virginia Occidental ha visto caer un poco sus recaudaciones, pero su situación financiera es estable. “Muchas de nuestras iglesias más grandes y más pequeñas han informado haber recibido más en ofrendas y donaciones de lo que históricamente habían experimentado” dijo Jamion Wolford, tesorero de la conferencia. “Las recaudaciones de los aportes respaldan estos informes”.
Antes de la crisis por el COVID-19, muchas conferencias ya enfrentaban una caída en los aportes después de que la tumultuosa Conferencia General especial en 2019 llevó a congregaciones e individuos descontentos/as a retener dinero a pesar de la fuerte economía en los Estados Unidos.
Este año, la principal asamblea legislativa de la denominación se estableció para aceptar propuestas para dividir la denominación a lo largo de líneas teológicas.
La pandemia pospuso la Conferencia General y puso esos planes en espera, pero el futuro incierto de la denominación, así como la economía turbulenta, están teniendo un efecto en las ofrendas, dijo Keith Cox, tesorero de la Conferencia Anual del Norte de Georgia.
Su conferencia, la más grande en los Estados Unidos, ha visto caer los aportes en aproximadamente $1,9 millones en comparación con el año pasado, pero agregó que la conferencia ya pedía $940.000 menos que en 2019. Por ahora, dijo Cox, la conferencia se está administrando y no anticipa ninguna reducción de personal en el futuro cercano.
Al comienzo de la pandemia, Georgia del Norte y otras conferencias recibieron una ayuda bienvenida para satisfacer las necesidades de las congregaciones cuando Wespath, la agencia de pensiones y beneficios de la denominación, ofreció en abril un feriado premium de tres meses para conferencias sobre el programa de beneficios por muerte y discapacidad del clero. La agencia también permitió un aplazamiento temporal de las primas del seguro médico de HealthFlex y emitió reembolsos para las primas de HealthFlex de marzo de 2020.
Las conferencias y las congregaciones individuales también recibieron el impulso necesario a través del Programa federal de Protección para el Pago de Nómina, que ofrecía préstamos para pequeñas empresas garantizados por el gobierno federal con el objetivo de mantener a las personas en la nómina durante los cierres relacionados con el COVID-19. Según el programa, los préstamos se pueden condonar convirtiéndose básicamente en subvenciones, si los/as empleadores/as cumplen con ciertos requisitos.
Aproximadamente 40 conferencias han recibido préstamos bajo el programa federal y todas ayudaron a las iglesias locales a calificar para la financiación. Al 1 de octubre, la Administración de Pequeños Negocios aún no había perdonado ninguno de los 5,2 millones de préstamos del programa y a pesar de ello, los/as tesoreros/as metodistas Unidos/as esperan calificar para el tratamiento de subvención.
Con la ayuda del Programa de Protección para el Pago de Nómina, la Conferencia Anual de Texas ha permanecido completamente equipada y compensada, dijo la Revda. Carol Bruse tesorera de la conferencia, que está recortando el presupuesto del próximo año en $1,9 millones, pero la realineación del ministerio ya estaba en proceso dos años antes de la pandemia.
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“El plan se enfoca no solo en hacer coincidir mejor los gastos con los recibos, sino también en discipular de manera diferente para una nueva era, en gran parte mediante la descentralización, moviendo dinero y ministerio más cerca de nuestros distritos e iglesias locales” dijo Bruse.
Sin embargo, la crisis por el COVID-19 ha planteado verdaderos desafíos a las conferencias.
La Conferencia Anual Alabama-Florida del Oeste, citando la pandemia, anunció en mayo que a partir del 1 de septiembre, eliminaría 14 puestos de trabajo en la conferencia y distrito. El Obispo David Graves dijo que su conferencia ya estaba anticipando hacer reducciones debido a la Conferencia General de 2020, pero la pandemia aceleró ese ajuste financiero. Aún así, dijo que fue una decisión difícil.
“Nuestro deseo es que la Conferencia Anual Alabama- Florida del Oeste se mantenga financieramente saludable y viable, y eso significa analizar las tendencias de donaciones misionales y comprender que una pandemia, sin duda, afectará los fondos que ingresan a la conferencia” dijo.
La Conferencia Anual de Virginia también despidió a cuatro empleados/as y cambió a tres a tiempo parcial, y ya había comenzado un examen detenido de sus finanzas y visión en enero, pero la pandemia afectó el momento de los cambios. “Estos planes son necesarios a pesar de que la conferencia ha recibido fondos del Programa de Protección para el Pago de Nómina” dijo el Obispo Sharma Lewis a la conferencia en mayo. “Si bien son útiles y significativos, estos fondos no eliminan los desafíos financieros sistémicos subyacentes”.
Debido a preocupaciones presupuestarias, la Conferencia Anual de Indiana despidió a seis personas y eliminó un puesto de nivel ejecutivo, a la vez que redujo su presupuesto de 2021 en $800.000. "Sería un eufemismo decir que 2020 ha sido un año muy, muy difícil" dijo Chris Lantz, vicepresidente del Consejo de Finanzas y Administración de la conferencia, en su sesión en línea del 10 de octubre. Pero con la ayuda del Programa de Protección para el Pago de Nómina, las reservas de la conferencia y los recortes, dijo que la conferencia ha podido mantener un ministerio vital como los campamentos, y también agregó $50.000 a su presupuesto para el trabajo contra el racismo.
Sin embargo, las conferencias y las iglesias continúan enfrentándose a una gran incertidumbre.
"No sé si alguna vez volveremos a ser como antes, y es posible que tengamos que encontrar nuevas formas de hacer el ministerio" dijo Berneking de Missouri. Pero también dio una nota de esperanza. "Tan pronto como podamos reavivar algunos de nuestros ministerios en persona, estamos preparados/as para hacerlo y espero que estemos preparados/as para hacer algunas cosas nuevas en respuesta a lo que ha dejado la pandemia" dijo.
* Hahn es reportera de noticias multimedia para Noticias MU. La puede llamar al (615) 742-5470 o escribirle a [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org