Estudiante de DACA desarrolla devocionario para la cuaresma

Ana Mendoza, de 19 años, está a unos 160 kilómetros del país en que nació, pero es un abismo que no puede cruzar. Como beneficiaria del programa de Acción Diferida para Llegados/as en su Infancia (DACA), está protegida de la deportación, al menos por ahora. Pero, no es libre de salir de los EE. UU. Eso significa que solo puede ver a su familia en México a través de FaceTime.

Como estudiante pasante en Frontera Wesley en Tucson, estado de Arizona, Mendoza está aportando su visión y experiencia como inmigrante a una serie de devocionales para la Cuaresma, "40 días en el desierto: resistir la tentación en las tierras fronterizas". Frontera Wesley es un ministerio estudiantil del campus de la Universidad de Arizona y Pima Community College.

Refiriéndose a las tentaciones que experimentó Jesús durante sus 40 días en el desierto, Mendoza está usando ejemplos de la vida real de inmigrantes que están luchando diariamente para cruzar las fronteras y tener una vida mejor en los Estados Unidos. Ella también está abordando conceptos erróneos que la gente tiene sobre los/as inmigrantes y está alentando a la gente a convertirse en aliados en lugar de enemigos.

Aquí hay algunos ejemplos de los devocionales:

Día 3. Una mujer habla de cruzar la frontera en enero de 2009. Sufría de hambre, sed, frío extremo y miedo constante. "Todo lo que hice fue para mis hijos. No podía soportar no verlos por otro día. Los extrañé mucho, fueron todo lo que pensé, aunque sabía que estaban bien".

Día 8. Un alumno habla sobre "ser moreno y vivir en una ciudad fronteriza". El estudiante habla anónimamente sobre el perfil racial como un curso de vida normal, incluso para un ciudadano de los EE. UU. "Nunca me he sentido protegido por la presencia constante de la patrulla fronteriza, en cambio siempre tuve miedo de ser arrestado o asesinado por un agente en un día determinado".

Día 24. Otro estudiante habla sobre los peajes emocionales de ver patrullas fronterizas alrededor de la ciudad de Tucson. "Cada vez que manejo cerca de un patrullero fronterizo tiendo a ponerme tenso, contener la respiración y rezar para que en el siguiente semáforo giren. En estos momentos, mi vida tiende a destellar ante mis ojos y mi seguridad, junto con la seguridad de mis padres, está en duda. Estar a 100 millas de la frontera significa que la patrulla fronteriza y su cacería de vidas humanas acechan en nuestras calles ".

Pasar los puntos de control y los perfiles raciales es común para los estudiantes que asisten a la Universidad de Arizona y Pima Community College, dijo la Revda. Hannah Adair Bonner, directora de Frontera Wesley: "Cuando me mudé de Texas a Arizona, sabía muy poco sobre cómo es la vida aquí. Tenemos que pasar por los controles solo para ir al sur de Tucson, todavía estamos en los Estados Unidos, pero tenemos que pasar por los puntos de control incluso para visitar amigos/as".

Mientras soñaba con su nuevo trabajo, Bonner había pensado que trabajaría frecuentemente con estudiantes al otro lado de la frontera en el desarrollo de ministerios con inmigrantes. Pronto se dio cuenta de que la mayoría de sus alumnos no tienen la libertad de cruzar la frontera.

"No puedo llevar a mis estudiantes a la frontera. Había concebido todo mi ministerio en torno a eso, pero me he dado cuenta de que esto no es posible. Me resultaba desgarrador el hecho de que los/as únicos/as estudiantes que se sienten cómodos/as yendo a la frontera son mis estudiantes blancos/as", dijo.

Mendoza nació en México, pero llegó a los Estados Unidos con su familia cuando tenía 3 años. Su madre tenía un título en leyes y su padre era dueño de un rancho. Pero las oportunidades para ganarse la vida no eran tan buenas como en los Estados Unidos, y sabían que sus hijos podrían asistir a mejores escuelas. Vendieron todo lo que tenían y obtuvieron cuatro visas para vivir en Arizona. En los años previos a que expirara la visa de su familia en 2010, ella regresaba a México para quedarse con la familia durante el verano. Durante ese tiempo, mientras cruzaba de ida y vuelta desde México a los Estados Unidos, se le advirtió que no hablara inglés si era interrogada por la policía fronteriza.

"Tuve que memorizar el alfabeto en español, y tuve que aprenderme el nombre de la escuela a la que asistiría si viviera en México y el nombre de mi maestra. Mis padres siempre se ponían nerviosos y comenzaban a orar", dijo.

Tanto Mendoza como su hermano, de 18 años, son participantes de DACA. Sus padres, sin embargo, no tienen documentos. "DACA ha proporcionado algo de alivio; yo puedo manejar; puedo trabajar", dijo. Es parte de su rutina diaria, leer las noticias para mantenerse al día con lo que el gobierno del presidente Donald Trump hace o dice sobre DACA y las personas indocumentadas que viven en los Estados Unidos.

Por ahora, dos tribunales federales han puesto en suspenso la cancelación del programa por parte de la Administración Trump. Bajo órdenes judiciales, los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos deben continuar aceptando las solicitudes para incorporarse a DACA, por parte de personas que hayan sido parte del programa anteriormente. "Es un estrés emocional. Estás en un limbo constante", dijo Mendoza.

La fe la sostiene a ella y a su familia, dijo ella. Ella recuerda cuando su familia fue detenida por la policía una vez y se llamó a la policía fronteriza. Así mismo, recuerda cuando su familia fue detenida por la policía una vez y se llamó a la policía fronteriza.

"Nuestro primer instinto pudo haber sido comenzar a llorar o entrar en pánico, pero sacamos la Biblia y comenzamos a leer el Salmo 91 y a orar. Desde ese día hasta hoy, todavía estamos aquí. Mi fe me tranquiliza y le proporciona a mi familia una fortaleza que no podríamos encontrar sin ella", dijo.

Mendoza está estudiando ciencias políticas, estudiando español e inglés. Ella quiere obtener un título de abogado en relaciones humanas y derechos humanos. Ella quiere que la gente escuche y aprenda. "La voz que debe escucharse es la de la persona directamente afectada".

 

* Gilbert es reportera multimedia del Servicio Metodista Unido de Noticias. Contáctela al 615-742-5470 o [email protected].

* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Hispano/Latinas del Servicio Metodista Unido de Noticias (SMUN). Puede contactarle al (615)742-5111 o por el [email protected]

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