El Rev. Adam Burns, diácono ordenado en plena conexión con la Conferencia Anual del Norte de Alabama, enfrenta muchos desafíos como pastor de la Iglesia Metodista Unida (IMU) de El Reconciliador, una iglesia misionera en el centro de Birmingham. Los/as miembros de su congregación a menudo luchan por encontrar vivienda y empleo permanente, y trabajan duro para mantenerse limpios/as y sobrios/as a pesar de sus circunstancias.
Burns ha trabajado durante ocho años con esta congregación que busca reinventar el ministerio con hombres y mujeres de bajos ingresos, algunos de los/as cuales viven en las calles. “Esperamos crear un camino hacia el empleo y una vida abundante para que sea más fácil tomar decisiones positivas que den vida, en lugar de someterse a un medicamento por elección. Queremos que la comunidad se aleje de la desesperanza para adoptar una ética de apoyo, positividad y aliento" dijo Burns en una entrevista.
La comunidad del centro también tiene el desafío de encontrar un lugar para reciclar plásticos, incluso para quienes están motivados/as a hacerlo. Si bien esto puede parecer menos inmediato que la lucha por satisfacer las necesidades básicas, la IMU El Reconciliador espera convertir este desafío en un beneficio para la iglesia y la comunidad.
De izquierda a derecha están Amber Harrison y Celeste Vanhoose, quienes quitan las etiquetas y comprimen botellas de plástico para triturarlas. Foto de Mollie Erickson
El negocio del reciclaje en una comunidad que no lo practica
Burns describe que su interés en “EarthKeepers” (Guardianes de la Tierra) ha ido por etapas: "Siempre he estado interesado en la administración de la tierra y la justicia climática, pero me sentí abrumado por la información sobre lo que está sucediendo y la apatía que parece existir en varios niveles de nuestra sociedad". Enfatizo que el convertirse en padre fue lo que lo impulsó a involucrarse personalmente. "Cuando mis hijos crezcan y me pregunten por qué les dejamos un planeta en tal desorden, al menos puedo decirles lo que intentamos. Por lo general, soy de las personas que ven el vaso medio vacío, pero estoy inspirado", admitió Burns.
Buscó en Google "el cambio climático y la Iglesia Metodista Unida (IMU)" y encontró la Cumbre del Clima que tuvo lugar en Nashville, Tennessee, el año pasado y allí se enteró de la red EarthKeepers de la Junta General de Ministerios Globales metodistas unidos (GBGM por sus siglas en inglés) preocupados por el cuidado de la tierra y el medio ambiente. Fue allí cuando dice haber experimentado un momento de iluminación: “¿Por qué no unir EarthKeeping y la justicia climática con la comunidad marginada a la que sirvo?”.
La mayoría de las personas bien intencionadas y los programas de la iglesia comienzan el ministerio con los/as pobres al tratar a las poblaciones marginadas como si no pudieran hacer nada por sí mismas. "Pero una comunidad marginada es un recurso sin explotar, con creatividad y habilidades. No hay razón para que esta comunidad no pueda ayudar a Birmingham y contribuir con su bienestar” explicó Burns, y dijo que los hombres y mujeres que encontró en la comunidad ya son creativos/as y trabajadores/as. Alrededor del 80% de su congregación vive en las calles alrededor de la iglesia, donde han acudido por referencias o servicios, buscando refugio o acceso a atención médica. Regresan para adorar los domingos y estudiar la Biblia y asisten a otras reuniones de grupos pequeños durante la semana.
La congregación y algunos/as voluntarios/as y socios/as identificaron la gestión de residuos como un problema en la ciudad. De hecho, según Dennis Pillion de AL.com, Alabama tiene una de las plantas de reciclaje más grandes del mundo, KW Plastics en Troya, pero no recicla suficiente plástico dentro del estado para satisfacer sus necesidades de fabricación. De hecho, Alabama todavía entierra gran parte del plástico desechado, lo que significa que KW recibe plástico reciclado desde California, Nueva Inglaterra y desde tan lejos como Europa, para obtener el volumen de plástico que necesita para producir los gránulos que usan los fabricantes para generar botellas y otros recipientes.
Mientras que las comunidades acomodadas disfrutan de la recogida del reciclaje en la acera, ese servicio no se presta en las áreas de bajos ingresos, como las del centro de Birmingham. Paso a paso, la IMU El Reconciliador ha comenzado a planificar su nueva empresa.
Plástico triturado en agua. #1 se hunde, mientras que #5 flota. Foto de Mollie Erickson
Asociarse y compartir recursos
Después de recibir más capacitación y unirse a EarthKeepers el año pasado, Burns recibió la aprobación de una modesta donación para poner en marcha el proyecto de reciclaje. Además de su Maestría en Divinidad de la Escuela de Teología Iliff en Denver, Burns también obtuvo una licenciatura y maestría en economía de la Universidad de Alabama.
La Revda. Jenny Phillips, asesora técnica principal de GBGM para la Sustentabilidad Ambiental y directora del programa EarthKeepers, dijo que los desechos plásticos son un problema global que afecta a los/as metodistas unidos/as en todo el mundo. “La Iglesia El Reconciliador está creando un camino para que otras congregaciones aborden los desechos y sirvan a las poblaciones vulnerables al mismo tiempo. El proyecto de reciclaje es un excelente ejemplo de cómo la integración del cuidado de la creación en la misión y el ministerio fortalece a las comunidades” comentó.
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Mollie Erickson voluntaria constante de otra IMU, investigó métodos para procesar material reciclado y encontró Precious Plastics. Sus planes de código abierto permiten a cualquiera diseñar equipos de reciclaje, como la trituradora que la iglesia está usando ahora y una extrusora que reforma el plástico.
Actualmente, la IMU El Reconciliador ha establecido una estación de recolección detrás de la iglesia. Algunos/as miembros recolectan plásticos, y también han pedido ayuda a proyectos de vivienda y otras iglesias. Reciclan los plásticos #1 y #2, que esperan triturar, fundir y reformar para crear nuevos productos.
Pocos lugares tomarán el plástico #5, pero KW Plastics usa el #5 para hacer cubos de pintura. Si la iglesia puede establecer infraestructura para recolectar, almacenar y atar 40.000 libras del #5, KW Plastics vendrá a comprarlo y lo pagará.
"Creemos que Dios quiere para ti una vida abundante; si estás aquí todo el día desperdiciando tu vida bebiendo y consumiendo drogas, estás perdiendo la oportunidad de experimentar una existencia mucho más plena. Alentamos a las personas a que vengan y nos ayuden o hablen sobre por qué no están trabajando, para que podamos dirigirlos a los recursos” explicó Burns. En esta etapa, solo hay unos pocos puestos disponibles para clasificar y triturar, pero eventualmente, una vez que generen ingresos por sus recolecciones, las oportunidades se ampliarán.
Aunque dice que gran parte del proyecto aún está en la etapa de idea, la iglesia está progresando, lo que significa un gran cambio para esta iglesia misionera, apoyada por la conferencia y las iglesias asociadas, en cómo se ve a sí misma y a su ministerio. La IMU de El Reconciliador fue un nuevo comienzo de iglesia hace 25 años, y le han regalado muchas "cosas" a la comunidad durante esos años, pero ese modelo de ministerio no transformó la iglesia o la comunidad.
Burns concluyó: “Cuando las personas necesitan un trabajo real, esperamos ser una incubadora de habilidades laborales y oportunidades de empleo. También necesitaremos rehabilitar la ética del trabajo en esta comunidad, para desarrollar las capacidades de sus miembros para mantener puestos de trabajo, cumplir con los plazos, cumplir con las tareas. Planeamos poner ese proceso en la iglesia y crear algo hermoso”.
* Christie R. House es consultora escritora y editora de Ministerios Globales.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.