Nueva Jersey es uno de los estados más pequeños del país (el numero 46 de 50 de acuerdo a su superficie), pero uno de los más poblados al mismo tiempo con casi 9 millones de habitantes, de acuerdo al Censo de 2018. Por otra parte, es uno de los 10 estados con mayor presencia de población hispano-latina en toda la nación, con casi 2 millones de personas.
La Conferencia Anual Ampliada de Nueva Jersey
La población latina de Nueva Jersey comprende concentraciones sustanciales de personas de origen o herencia dominicana, puertorriqueña, cubana, mexicana, centroamericana, peruana, colombiana y ecuatoriana primordialmente. También alberga una de las comunidades de origen brasileño más grande del país.
En varios de sus condados más poblados, la comunidad hispano-latina representa la mayoría porcentual, por encima de la población blanca de origen caucásico. Así mismo, forman un tercio poblacional de la ciudad Newark, la más grande del estado, principalmente por las comunidades de origen puertorriqueñas y dominicanas, mientras que la parte norte del estado, más específicamente el condado de Hudson, fue apodada desde hace varios años como La Habana en el Hudson por la gran comunidad cubana. En la zona centro norte del estado se encuentra la comunidad peruana más grande del país, “Little Lima”, enclavada en la ciudad de Paterson y sus alrededores.
Esas áreas con una fuerte presencia cultural, económica, religiosa y política de la comunidad hispano latina, constituyen el marco geográfico del Distrito Gateway Norte de la Conferencia Anual Ampliada de Nueva Jersey de La Iglesia Metodista Unida. Estos condados servidos por este distrito metodista unido, tiene una población hispano-latina cercana al millón y medio de personas.
El Rev. William Williams III fue nombrado Superintendente del Distrito gateway North en la asamblea de la Conferencia Anual Ampliada de Nueva Jersey celebrada en 2020. Foto por Shari DeAngelo, Conferencia Anual Ampliada de Nueva Jersey.
El impacto de la pandemia en las iglesias hispano-latinas en este distrito ha sido significativa, debido a que la mayoría de las congregaciones se encuentran en áreas urbanas. Aun así, el Rev. William Williams III, recientemente nombrado superintendente, cuenta que “los líderes de estas iglesias han guiado a sus congregaciones excelentemente” y resalta la calidad de los servicios virtuales de adoración que han creado.
De todas las iglesias que Williams III atiende, dos de las primeras en entregar el cien por ciento de los aportes que les corresponde , a los Ministerios Compartidos, fueron iglesias hispano-latinas: “Estas son iglesias que continúan creciendo aun en medio de la pandemia porque sus servicios virtuales van más allá de alcanzar solo a la comunidad hispano-latina, y han desarrollado un programa de educación sobre mayordomía que resalta la importancia del diezmar y ofrendar”.
Como superintendente, el Rev. Williams III, tiene la responsabilidad de supervisar alrededor de 53 iglesias locales, 8 de las cuales sirven a la comunidad hispano-latina; hay otras 9 que son consideradas multirraciales, en donde también se congregan hispano-latinos. Según Williams III, las iglesias se han visto afectadas de distintas formas por COVID-19 y por la otra pandemia que ha azotado a los Estados Unidos desde sus inicios como nación: el racismo.
Williams III recuerda que al principio de la pandemia las iglesias experimentaron una baja en la asistencia a los cultos de adoración en línea. A su vez, expresó que “mientras las iglesias fueron impactadas con la muerte de personas afroamericanas, a manos de funcionarios de las fuerzas de seguridad policial, momento en que se encienden las manifestaciones del movimiento Las Vidas de las Personas Negras Importan (BLM, por sus siglas en inglés), muchas congregaciones se incorporaron también en el esfuerzo de las comunidades, en favor de la promoción de la unidad y de una voz profética, en medio de tanta injusticia y de la creciente pandemia”.
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Otro de los impactos recibidos en el seno de las iglesias han sido los desafíos por mantener su estabilidad financiera. Muchas iglesias han experimentado una disminución sustancias en sus ingresos, especialmente aquellas que habían alcanzado su autonomía financiera. Asimismo, las iglesias que se encuentran en comunidades de inmigrantes donde muchos de sus miembros se mantienen a través de la propiedad de pequeños comercios, están lidiando con muchas dificultades financieras.
Durante este tiempo pandémico, la Conferencia Anual Ampliada de Nueva Jersey (CGNJ por sus siglas en inglés) ha estado apoyando a iglesias locales, con todos los recursos que han tenido a mano para que estas puedan continuar desarrollando sus ministerios. En la página web de la CGNJ, se anuncia como una meta de la conferencia durante este tiempo de pandemia: “compartir el amor de Cristo mientras se erradique el virus del Covid-19”.
Para poder cumplir con esta meta, la CGNJ les ofrece a sus iglesias recursos e ideas para continuar con sus ministerios: cultos de adoración, estudios bíblicos, reuniones de grupos pequeños, estrategias para el fortalecimiento financiero y de la mayordomía a nivel congregacional, uso eficiente de nuevas tecnologías de comunicación y muchos otros servicios que las diferentes congregaciones ofrecen a sus comunidades.
Estos recursos están disponibles en 16 idiomas incluyendo español. Sin embargo, al ser traducciones literales del material originalmente escrito en inglés, no siempre resultan útiles para necesidades específicas de las comunidades y ministerios hispano-Latinos. Según el Rev. Williams III, la CGNJ ha creado servicios de adoración en línea español, coreano e inglés para facilitar las múltiples tareas pastorales y ayudar a que puedan tener mas tiempo de descanso: “Hemos animado a las iglesias a que les den vacaciones adicionales a sus pastores/as, con la idea de brindarles algo de alivio ante las crecientes tensiones que han venido afectándoles, producto de toda esta situación”.
Para Williams III, la pandemia ha sido una doble porción de bendición, ya que ha podido llevar a cabo su labor como superintendente de manera virtual, por lo que ha tenido que desarrollar una relación fluida con laicos/as y pastores/as de su distrito, a pesar de que ha tenido que hacerlo a distancia en medio justo cuando esta comenzando en este nuevo role como superintendente. Para el Rev. Williams III, ha sido un desafío balancear su tiempo de trabajo sin dejar de disfrutar a su familia (es esposo y padre de tres hijos).
Existen muchas personas que no han podido conectarse virtualmente a ninguno de los servicios virtuales que ofrecen las iglesias, por la falta de conocimiento en el manejo de las plataformas en las redes sociales o por la falta de acceso a la internet. Pero, también hay muchas personas desanimadas por no poder asistir al templo a lo que el Rev. Williams III dice que actualmente existen varias opciones para mantenerse en conexión con la iglesia, un ejemplo de esto son los servicios de adoración en línea fija telefónica, a través de la cual las personas pueden llamar y así unirse al servicio.
En medio de estos acontecimientos, las congregaciones han podido mantenerse reuniéndose e interactuando a través de los estudios bíblicos y las reuniones de grupos pequeños, los cuales han mantenido una asistencia estable y consecuente.
De acuerdo con el Rev. Williams III, esta pandemia nos ha llevado a valorar la importancia de las cosas mas sencillas, como el poder llamarse y compartir tiempo comunicándose mutuamente: “Me gustaría recordarles que el templo es un edificio, pero el cuerpo real de Cristo son las personas. No necesitas un edificio para conectarte con Cristo y nuestros prójimo. Los animo a que no se sienten a esperar, sino que se mantengan activos en la fe y que recordemos al evangelio en Mateo 7: 7-8 que dice: ‘Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá’. ¡Saldremos de esta! Con la ayuda de Dios, seremos más fuertes y estaremos mejores equipados para hacer el trabajo en la edificación de su Reino” concluyó el superintendente Williams III.
El impacto en las iglesias locales
María Luisa García es una líder laica en la Primera Iglesia Metodista Unida de Union City; ella da fe del esfuerzo que han hecho iglesias como la suya para seguir sirviendo a su comunidad : “le doy gracias a Dios por participar en varios ministerios que no han dejado de funcionar. He aceptado el reto de aprender a usar la tecnología y ser más creativa como una oportunidad de crecimiento personal y esto me ha ayudado a pasar este tiempo con una actitud positiva.
María Luisa García también es miembro del Comité de Ministerio del Distrito del Norte de Gateway, el cual se encarga de entrevistar a los/as candidatos/as que están discerniendo su llamado al ministerio ordenado y evalúa su preparación para que puedan seguir el proceso de candidatura. El Comité es responsable además de aprobar, continuar y supervisar a los/as pastores/as locales del distrito.
La pandemia ha afectado a más de 800 mil personas y cobrado más de 23 mil vidas en el estado de Nueva Jersey. Esto ha impactado a los comercios y las iglesias en condados donde se ubican varias de las congregaciones metodistas unidas, que han visto limitadas sus actividades y han sufrido el contagio de varios de sus miembros, pastores/as y líderes. García está “preocupada por el aumento de los casos y la demora en la distribución de la vacuna. Hemos perdido un miembro de mi congregación y varias personas de mi círculo personal causando gran dolor”, expresó.
Para María Luisa García la mayor preocupación de los/as pastores/as es asegurarse que a pesar de no poder congregarse en los templos, el cuerpo de Cristo debe seguir conectado como parte de una comunidad de fe: “la gente debe saber que tienen el apoyo de su pastor/a y del liderazgo laico y que la iglesia sigue siendo una fuente de apoyo espiritual, emocional y financiero cuando es necesario”.
El COVID-19 ha cambiado la dinámica de la vida congregacional en las iglesias. Sin embargo, el actual desarrollo tecnológico ha permitido mantener la comunicación y el servicio que muchos ministerios locales prestan “No ha sido fácil todo este proceso de cambios. No puede ser fácil para un/a pastor/a predicar en un templo vacío o frente a una cámara. No es lo mismo para un feligrés mirar un servicio en una pantalla. Es una experiencia un poco impersonal, porque somos comunitarios/as. Hemos hecho lo mejor con lo que se nos ha presentado”, dijo García.
En la Primera IMU de Union City, al igual que en la mayoría de las iglesias de la conferencia, ha seguido las directivas del Centro de Enfermedades Contagiosas (CDC por sus siglas en inglés) y de la Conferencia de la Iglesia Metodista disminuyendo el número de personas que pueden asistir a los servicios en persona (de 25 a 10 antes de volver de nuevo a 100% virtual): “Cuando hemos podido ir al templo se ha requerido el uso de mascarilla (que hemos provisto si se le ha olvidado), hemos tenido disponible desinfectante de manos y mantenido el distanciamiento social dentro del santuario dejando asientos y filas vacías”, recuerda la hermana García.
En esta iglesia han vivido la pandemia de una manera muy particular, ya que su pastora la Revda. Elizabeth Pérez estuvo contagiada con el virus y su esposo el Rev. Manuel Sardiñas, ex-superintendente del Distrito Gateway North, estuvo hospitalizado por la misma causa. Sin embargo, el Distrito ha venido redoblando esfuerzos por atender las necesidades de las congregaciones, para ello publica un boletín informativo periódicamente informando de todos los recursos disponibles a las congregaciones como: ayudas financieras, consejería personal, asesoramiento para lidiar con problemas de salud mental, el desarrollo de liderazgo, crecimiento y revitalización congregacional, así como el uso de tecnologías para mantener interconectada a la congregación de manera virtual.
Para María Luisa García la mayor preocupación de los/as pastores/as es asegurarse que, a pesar de no poder estar en contacto físico directo como lo muestra esta imagen del 2019, el acompañamiento pastoral y la conexión entre el cuerpo de Cristo debe mantenerse por otros medios que garanticen la seguridad y la salud de las congregaciones. Foto cortesía de María Luisa García.
Para una líder laica como María Luisa García, que tiene responsabilidades que van mas allá de ser miembro de una congregación, esta situación le ha llevado a profundizar su compromiso con las personas a las que sirve: “He aprendido a que todo puede cambiar en un momento y que es importante no perder tiempo quejándome sino reaccionar positivamente al cambio, asumir los nuevos retos con optimismo, entender que mi bienestar está ligado al de las personas que me rodean, que soy responsable no solo de mi persona sino de ellos también. Adem.as, como miembro de una iglesia he aprendido que es más importante ser iglesia fuera del templo que dentro del edificio y que se puede ministrar a las personas donde estén; necesitamos abrir nuestras mentes a nuevas formas de hacer ministerio, aprender a usar las plataformas digitales, adiestrar a nuestros miembros a usar la tecnología, y que cada uno de nosotros debe dar un poco más de sí mismo para acompañar a los miembros más vulnerables”.
La Primera IMU de Union City, al igual que otras congregaciones hispano-latinas, han tomado acciones para darle continuidad ministerial al trabajo que la congregación viene “vamos a continuar los grupos de discipulado, estudios bíblicos y escuela dominical en línea. Hemos contratado una persona para que trabaje con los niños y los jóvenes que prefieren comunicarse en inglés, al mismo tiempo que seguiremos ofreciendo ayuda técnica a las personas que aún no saben usar las plataformas virtuales”, dijo María Luisa García.
Uno de los ministerios mas relevantes durante la pandemia es la distribución de alimentos. El índice de desempleo que ha llegado a cifras récord y que actualmente roda el 10%, ha afectado de manera especial a la comunidad hispano-latina y ello ha traído serios problemas a las familias para resolver la alimentación. En la experiencia de las iglesias del noreste del estado de Nueva Jersey, la necesidad alimentaria ha sido creciente, por lo que las iglesias con bancos de alimentos deben coordinar con otros programas locales de recolección de alimentos para que poder servir mejor a nuestras comunidades, en opinión de María Luisa García.
El inicio del 2021 trajo también, una nueva etapa en la pandemia, cuando varios países en el mundo han comenzado procesos masivos de vacunación. En los EE.UU. casi todos los estados han estado promoviendo la vacunación de los grupos vulnerables y los trabajadores de primera línea como prioridad. Sin embargo, la expectativa es que en los próximos mese el grueso de la población pueda recibir progresivamente la vacuna: “Aunque el futuro sigue siendo incierto Dios sigue siendo el mismo y su gracia nos sostiene y saldremos de esta experiencia más unidos y fortalecidos. En esta jornada que nos ha tocado vivir no olvidar de dar a los demás la misma gracia que Dios nos ha dado libre y generosamente para que lleguemos a ser cada vez más el pueblo que Dios nos ha llamado a ser”, concluyó maría Luisa García.
NOTA: Las metas del superintendente para la comunidad hispano-latina de su distrito se encuentran en la página de la CGNJ en el anexo de “Viaje de Esperanza” de la Conferencia Anual: https://www.gnjumc.org/2020annualconference/journey-of-hope/ y en el Plan para el Desarrollo de los Ministerios Hispanos-Latinos de la IMU: https://nphlm.org/about/.
* Glendaliz Rivera es escritora independiente para UMCOM. Puede contactarle al (615)742-5111 o por el correo: [email protected]. El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo