En la Primera Iglesia Metodista Unida en Katy, están listas 1.000 latas de salsa de arándanos y 500 frascos de salsa de pavo. A pocas millas bajando por la I-10, la IMU San Pedro está recolectando 1.000 cajas de relleno para pavo, y en la cercana IMU Holy Covenant, crece el tamaño de una montaña de puré de papas en caja. Estas tres iglesias metodistas unidas son parte de una tradición ecuménica: la Fiesta de Acción de Gracias en Katy que ofrece a familias necesitadas comidas durante las festividades. Sin embargo, este noviembre en lugar de tener una cena en persona, cada iglesia está donando comida para la celebración en casa. Al cambiar su enfoque, las congregaciones se niegan a permitir que el COVID-19 se interponga en el camino de la celebración del Día de Acción de Gracias.
La Fiesta de Acción de Gracias se remonta a 2003, cuando la Iglesia Bautista Misionera de Antioch en Old Town Katy decidió que nadie en su área debía quedarse sin una comida casera el Día de Acción de Gracias, y para ello sus miembros comenzaron a cocinar en sus casas y en la cocina de la pequeña iglesia.
Kathy Fraser, miembro de la IMU Holy Covenant, descubrió el programa en 2008, mientras buscaba una oportunidad para ayudar a otros/as el Día de Acción de Gracias. Ella estaba al tanto de los esfuerzos de toda la comunidad en el centro de Houston para alimentar a los/as necesitados/as y quería encontrar una opción más cerca de casa, en Katy. “Quería que nuestra familia participara en la retribución, por lo que empecé a preguntar" dijo.
Cuando se enteró del Día de Acción de Gracias de Antioquía, llamó de inmediato. “Les pregunté si podíamos ser parte de la actividad y le dijeron 'Absolutamente. Venga'" recordó Fraser, y en poco tiempo, llevó más amigos/as para ser parte de la celebración del Día de Acción de Gracias en Antioch.
"Cada año, el grupo se hizo un poco más grande y eventualmente, levantamos carpas y las llevamos afuera, porque estábamos haciendo mucho" dijo.
Finalmente, Fraser se sentó con miembros de Antioch y les dijo "Hemos superado lo que estamos haciendo". Le preguntó a los/as voluntarios/as de la iglesia si considerarían trabajar con otras congregaciones para llegar a más personas, y la congregación estuvo de acuerdo de todo corazón.
Fraser trajo a su amigo Steve Meadows, también miembro de Holy Covenant, para ayudar a que el evento despegara y juntos, buscaron lugares para la comida, pero decidieron que sería mejor si las iglesias de la zona se turnaran para ser sede del evento.
Las donaciones llegan de todas partes
El primer año, la Primera Iglesia Metodista Unida Katy fue la anfitriona. Los pavos donados por Randall, el restaurante y catering Good Ole Boys se ofrecieron como voluntarios para cocinar y envasar la carne, y doce iglesias se unieron para proporcionar guarniciones y voluntarios/as para servir las comidas.
En poco tiempo, las congregaciones donaron más, incluyendo alimentos enlatados, abrigos, pañales y Biblias en inglés y español. Los/as voluntarios/as de las iglesias también se ofrecieron a orar con los/as asistentes que estuvieran interesados/as.
Organizaciones sin fines de lucro y empresas del área se unieron a la celebración. Clothed By Faith, que dona ropa a los/as necesitados/as, instaló carpas en el evento. Katy Budget Books creó un rincón infantil para lectores/as jóvenes. El Centro de Ayuda para el Embarazo y la Clínica Christ brindaron asistencia médica, y Hope Impacts expandió el servicio a los/as residentes locales sin hogar. Los Ministerios Cristianos de Katy también asistieron y compartieron información sobre sus ofrendas.
Las iglesias comenzaron a proporcionar personas bilingües para ayudar a los/as invitados/as y ofrecer entregas a domicilio para quienes estaban confinados en casa.
La fiesta continúa a pesar del COVID
Todo salió bien durante años hasta que el COVID-19 detuvo los planes, explicó Fraser. Esto habría marcado el décimo aniversario de la Fiesta de Acción de Gracias, y su iglesia estaba preparada para celebrar las festividades este año. Un evento en persona ya no tenía sentido, ni tampoco traer suministros y alimentos de varios hogares. “Queríamos mantener a todos/as a salvo; a nuestros/as huéspedes y voluntarios/as” dijo Fraser.
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El comité directivo de la Fiesta de Acción de Gracias en Katy encontró una alternativa perfecta: los Ministerios Cristianos de Katy (KCM por sus siglas en inglés) ya planearon distribuir pavos durante el mes de noviembre. "Pensamos que tal vez podríamos asociarnos con su despensa de alimentos, que ya estaba haciendo entregas a los automóviles que llegaran" dijo. Las iglesias se asociaron con KCM para proporcionar las guarniciones para acompañar sus cenas, y HEB ha aceptado donar pavos. "Ahora no solo están recibiendo un pavo, también reciben una caja de ingredientes para crear su propia Fiesta de Acción de Gracias en casa” dijo Fraser.
Bud y Joanie Ramser, miembros de la Primera Iglesia Metodista Unida Katy, se unieron en 2017 y co-presidieron el evento en 2018, dijo Fraser. “Han sido fundamentales en la obtención de maravillosas donaciones de abrigos y biblias y en la participación activa de la Escuela Dominical Rejoice” agregó.
Bud Ramser explicó que, por lo general, la Fiesta de Acción de Gracias sirve entre 900 y 1.100 personas, ya sea ofreciendo comida a los/as asistentes, con comida para llevar o llevándoles la comida. “Realmente es una gran operación, y es una bendición para todos/as los/as voluntarios/as que lo hacen posible” comentó. Este año será diferente, dijo Ramser, pues “Será en menor escala" concluyó.
Aun así, se alegró de que las iglesias encontraran la manera de continuar la tradición. “La necesidad sigue ahí; no es lo mismo, pero es lo mejor que podemos hacer" dijo.
Elizabeth Bücher, asistente de ministerio del pastor ejecutivo en la IMU San Pedro, estuvo de acuerdo. “Es algo que hacemos colectivamente aquí en Katy; todos/as nos unimos. No podemos hacer tanto, pero aún podemos hacer algo y este año se ve diferente" dijo.
Alison Leslie, quien es voluntaria de San Pedro, dijo que se impresionó la primera vez que asistió a la Fiesta de Acción de Gracias: "Me quedé muy impresionada; el enfoque estaba justo donde tenía que estar, en cada paso del camino: cómo servimos a las personas en sus corazones, almas y espíritus" dijo.
Unirse a la Primera Iglesia Metodista Unida Katy permite que las congregaciones participantes sigan llegando a los/as necesitados/as, sin reinventar la rueda, agregó Leslie. "Como todo lo demás, no es lo mismo este año, pero aún podemos poner el mismo corazón e intención" dijo.
* Lindsay Peyton trabaja con la Conferencia Anual de Texas.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.