El Rev. Kenneth Lewis, residente de Freeport y superintendente del circuito de Gran Bahama para la Iglesia Metodista en el Caribe y las Américas, experimentó su primer huracán cuando tenía 5 años y nos dijo que de todos los huracanes que he vivido, Dorian "ha sido el peor".
Incluso en Freeport, a 2 millas del ojo del huracán, Dorian fue una experiencia punitiva, con cuatro días de vientos huracanados, incluido un período de 48 horas cuando la tormenta se detuvo en la isla. Alrededor de una docena de personas, Lewis y su esposa, Dularie, y miembros de la familia extendida, resistieron a Dorian en la casa que construyó después de un huracán en 2004, con correas metálicas expandibles para huracanes, plantadas dentro de hormigón armado, atadas a acero y clavadas al marco de madera del techo. Las baterías solares mantenían las luces encendidas y los ventiladores funcionando cuando era necesario; a pesar de eso, Lewis temía que el techo se desprendiera, dejándolos sin ningún lugar a donde ir. "Recé cada minuto de la tormenta" dijo a Noticias MU.
El persistente impacto del huracán Dorian, después de golpear por primera vez las Bahamas el 1 de septiembre, ha sido una gran devastación que incluye el desplazamiento de decenas de miles de residentes y un número oficial de 56 muertos. El 28 de septiembre, casi un mes después, la estimación de desaparecidos se ajustó de 1.300 a 600.
¿Cómo ayudar?
Puede donar a las Bahamas a través de UMCOR's Respuesta a Desastres Internacionales Advance #982450. El dinero de este fondo es utilizado para ayudar en desastres alrededor del mundo.
"Emocionalmente, nos va a asustar por algún tiempo. Tengo que tratar con miembros que lo perdieron todo. La casa se ha ido, las pertenencias se han ido, sin comida, sin ropa, sin vehículos" dijo Lewis.
Miembros de las dos denominaciones metodistas en las Bahamas han respondido a las necesidades inmediatas después del desastre, con subvenciones de solidaridad iniciales del Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR). Pero creen que ayudar a los sobrevivientes con el impacto psicológico de Dorian será tan significativo como proporcionarles los medios para la supervivencia diaria. Muchos de los desplazados de las islas Abaco y Gran Bahama han evacuado a Nassau. Las solicitudes de atención pastoral en curso han exigido la atención continua de los/as miembros de la conferencia de la Iglesia Metodista de Bahamas, incluido su presidenta, la Revda. L. Carla Culmer.
"En mi opinión, habrá una gran necesidad de asesoramiento porque muchas personas han quedado traumatizadas" dijo el Obispo Theophilus Rolle, presidente de la Conferencia de las Islas Bahamas e Islas Turcas y Caicos de la Iglesia Metodista en el Caribe y las Américas.
En medio de la entrega de suministros a los albergues y hogares que acogieron a familiares evacuadas, la conferencia organizó un retiro de un día para el 5 de octubre, para ayudar a los/as líderes y evacuados/as de la iglesia a aprender a lidiar con el trauma. Varios/as representantes de la Conferencia Anual del Norte de Alabama de la Iglesia Metodista Unida (IMU) dirigirán el retiro.

A través del Hábitat Metodista de Bahamas, ministerio de respuesta a desastres, la conferencia de Bahamas tiene una amplia experiencia en la reconstrucción de viviendas después de los huracanes. Ese trabajo eventualmente será parte de su trabajo en la recuperación de Dorian.
"Quiero volver a la reconstrucción, pero primero tienes que reconstruir vidas" dijo Culmer mientras se preparaba para presidir el funeral de alguien que murió después de sufrir el trauma de la tormenta. En la isla Eleuthera, donde el Hábitat Metodista Bahamas tiene su sede en el Campo Symonette, más de 70 personas utilizaron el refugio establecido allí para evacuados/as y personas desplazadas. La vida sigue siendo muy inestable para los/as afectados/as por el huracán Dorian, dijo la Revda. Stephanie Gottschalk, directora ejecutiva de la organización desde enero de 2018. Es ex coordinadora de Voluntarios/as Metodistas Unidos/as en Misión (UMVIM) para la Conferencia Anual del Oeste de Pensilvania. "Las últimas semanas han sido difíciles; estamos tratando de ayudar a los/as evacuados/as a encontrar estabilidad en medio del profundo impacto de las perdidas, y asegurarles que tienen apoyo y que no serán olvidados/as" dijo.
El Hábitat Metodista Bahamas brinda apoyo temporal, ayuda a sus invitados/as a determinar sus próximos pasos y los conecta con grupos e individuos que pueden brindar asistencia. "Varía según la familia; si están aquí durante 24 horas antes de continuar o si llevará un poco más de tiempo ser autosostenible. Es difícil comenzar desde cero” explicó.
“Los/as estudiantes están comenzando la escuela y los/as adultos/as están comenzando a trabajar o ser voluntarios/as para ayudarse entre ellos/as. Todos los días, nuestros residentes lidian con una nueva imagen, recuerdan algo más que se perdió o reciben noticias de amigos/as desaparecidos/as; a veces buenas noticias y otras confirmando los peores temores" dijo Gottschalk, quien también participó en una conversación en Nassau organizada por la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias de las Bahamas.
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La asistencia administrativa con voluntarios/as será clave cuando esos equipos eventualmente lleguen dijo. "Estamos en el proceso de establecer el sistema de apoyo voluntario en Abaco y Gran Bahama, pero también continuaremos nuestro alcance de mitigación de desastres en Eleuthera y otras islas" agregó Gottschalk, señalando que algunas islas todavía tienen daños por el huracán Matthew que impactó las islas en 2016.
Representantes de ambas denominaciones metodistas se reunieron con Katherine Hills-Uzoka, gerente del programa de Respuesta a Desastres Internacionales de UMCOR, cuando visitó las Bahamas durante la última semana de septiembre.
Los efectos de Dorian son obvios, pero la recuperación también ocurre a diario. El tiempo para adorar y hablar ofrece una salida para el dolor y para liberar el estrés, aunque sólo sea momentáneamente. "La iglesia a todo nivel ha dejado claro que estamos comprometidos/as a caminar con las personas en este tiempo de recuperación y curación, y tenemos una gran esperanza para los próximos capítulos de la vida en Abaco y Gran Bahama" dijo Gottschalk.
En todas las islas, los/as metodistas recolectan los suministros necesarios y se organizan para apoyar a los/as necesitados/as dentro y fuera de sus comunidades. Los estudiantes del Queen’s College en Nassau, una escuela afiliada a la conferencia de Bahamas, donaron artículos y ensamblaron equipos de higiene el 6 de septiembre para enviarlos a Hábitat y otros lugares, y también entregaron comida caliente. "La escuela está agradecida por la magnitud de la respuesta" dijo un informe en la página web de Queens College. “Miles de artículos llegaron al día siguiente y durante todo el día, los padres y madres se detuvieron para ayudar y entregar artículos adicionales".

En Freeport, la capilla de la Iglesia Metodista de San Pablo, donde se encuentra Lewis, sufrió daños significativos, pero el salón de la comunidad y el edificio para jóvenes se salvaron. La iglesia se estableció como un centro de distribución y los planes estaban en marcha a fines de septiembre para ampliar los ministerios existentes y ayudar así a satisfacer las necesidades de los/as residentes. Por ejemplo, cerca de 200 personas se presentaron el 24 de septiembre para un evento de demostración y distribución del equipo para la purificación de agua.
En ese extremo de Gran Bahama, la infraestructura permanece en su lugar, lo cual no sucede en la isla Abaco y el extremo este de Gran Bahama, a unas 45 millas de Freeport, que Lewis visitó el 23 de septiembre. "Conté tal vez cinco casas ... que podrías restaurar en un período de tiempo razonable; las otras casas tendrías que ser reconstruidas" dijo.
De manera inquietante, Lewis dijo que podía "oler la presencia de la muerte". Las casas más cercanas a la costa fueron destruidas y aquellas a menos de 20 pies sobre el nivel del mar fueron dañadas o inundadas por el agua que arrasó todo. A medida que cientos de personas se mudaron del extremo este de Gran Bahama para vivir con amigos y familiares en Freeport, la demanda de suministros de ayuda aumentó; además, “muchas de las empresas sufrieron daños, por lo que las personas no tienen trabajo. Las compañías tuvieron que suspender sus operaciones debido al huracán” concluyó Lewis.
La mayor parte del alivio inmediato en Freeport provino de donantes internacionales, socios/as, amigos/as y familiares. Los cruceros han estado suministrando 10.000 comidas al día, pero ese servicio está terminando, dijo Lewis al tiempo que señaló que las iglesias metodistas de Gran Bahama pronto proporcionarán hasta 750 comidas al día en Freeport. Las iglesias ya tienen un ministerio de desayuno de alcance semanal de larga duración para escolares en las iglesias de San Pablo y San David, junto con un ministerio de "Despensa de Dios" en San Pablo. Los detalles aún están en proceso, incluido cómo y de dónde provendrán los recursos. "La demanda y la necesidad es tremenda. Nunca había visto algo así" informó Lewis.
* Bloom es la asistente al editor de noticias de Noticias MU y está residenciada en Nueva York. Puede seguirla en https://twitter.com/umcscribe, llamarla al (615) 742-5470 o escribirle a [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, suscríbase gratis a UMCOMtigo, un resumen semanal de noticias y recursos comunicaciones.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Pude escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org