Claves:
- Iglesia metodista mexicana busca ampliar ministerio migratorio con apoyo de UMCOR y CAL-PAC.
- Historias y testimonios de migrantes que atraviesan varias fronteras de la región centroamericana con el sueño de llegar a los EE.UU.
- El ministerio con migrantes tiene carácter ecuménico, por la diversidad y complejidad de situaciones que hay que atener.
- El desarrollo de una pastoral migratoria metodista debe atender al/a la migrante, la familia y las iglesias que trabajen con estos ministerios.
Tlaxcala es la puerta al centro norte del país
Los rieles del tren conducen hasta Apizaco, una de las rutas más activas que actualmente conduce a miles de migrantes desde el centro a la zona norte del país y a las adyacencias de Puebla y Ciudad de México. Allí se encuentra el Albergue La Sagrada Familia: “Somos un albergue de paso, estamos a los pies de las vías del tren por lo que es fácil reconocer el lugar para los migrantes. Por esto las necesidades de los que llegan aquí son básicamente tomar un descanso, alimentos, un baño, algunas necesidades de salud inmediatas, para poder salir y seguir la travesía”, relata Sergio Luna, director del albergue.
“Tlaxcala es puerta de entrada al centro del país por lo que las personas, cuando llegan aquí ya tienen por lo menos un mes viajando por México. Mas del 60 por ciento llegan habiendo sufrido violencia, asaltos, secuestros, etc… por lo que necesitan ayuda sobre este aspecto. Cerca del 30% son personas que vienen huyendo porque corren el peligro de perder la vida en sus lugares de origen. Eso les hace aspirantes a un asilo y eso hace que tengamos que buscar la forma de darles un servicio de asesoría legal en este aspecto”, afirma Luna.
El refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco se encuentra directamente detrás de las vías del ferrocarril utilizadas por los migrantes para viajar en dirección norte, hacia los Estados Unidos. Foto por Mike DuBose, Noticias MU.
Este albergue es una institución católico-romana, que viene prestando servicio de ayuda humanitaria, desde 2010, a la población migrante que enfrenta varios desafíos a esta altura de su travesía. Uno de los impactos más fuertes que enfrentan es el brusco cambio de clima, ya que el tren viene de zonas del sur del país donde el clima es cálido y húmedo, mientras que en Apizaco, en épocas de frio, la temperatura puede llegar a cero grados centígrados.
Sobra las vías del tren Luna comparte con el grupo otro de los desafíos que los/as migrantes vienen confrontando en esa zona, donde la compañía propietaria del ferrocarril, ha instalado pilotes de concreto a los lados de la vida, los cuales dificultan el ingreso de las personas a los vagones y pone en riesgo su integridad física al hacerlo: “Tenemos registrados más de 40 accidentes, con mutilaciones e incluso pérdida de vidas, entre las personas que tratan de subir y bajar el tren por las barras de concreto que la compañía ha instalado con el argumento de proteger la carga del tren. Esto ha sido material de discusión sobre derechos humanos y la solicitud constante para que sean removido por el peligro que representan, pero hasta el momento no ha habido cambios”.
Rubén (izquierda), un migrante de Honduras, conversa con el Rev. Arturo González Sandoval de la Iglesia Metodista de México, al lado de las vías del ferrocarril detrás del refugio Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, México. Foto por Mike DuBose, Noticias MU.
A pesar de ello y de otras circunstancias adversas el flujo migratorio es constante y dinámico, ya que el tren pasa entre tres y cuatro veces al día por este punto: “Atendemos entre 500 y 600 personas al mes. Pero, el año pasado recibimos alrededor de 12 mil, el doble de los años anteriores. Generalmente recibimos hombres (90%) mayormente hondureños. Nuestro modelo de atención es el de canalización de las necesidades, a través de la entrevista de ingreso donde detectamos las diferentes necesidades y les referimos a las instituciones que pueden atender y resolver sus problemas. Hay un porcentaje que busca permanecer aquí más tiempo, para hacer algo de dinero y continuar o para tratar de establecerse permanentemente; o bien por a largo plazo y busca trabajo y vivienda, algo que no se logra con facilidad, por lo que muchos/as quedan a la deriva y eso genera problemas de orden social e inseguridad”, explica Luna.
Rubén observa un tren de carga, que se dirige en dirección sur, pasar detrás del albergue Casa de la Sagrada Familia en Apizaco. Los/as migrantes dicen que las compañías ferroviarias han estado cambiando los horarios de los trenes hacia el norte a última hora, con el objeto de dificultar que las personas alcancen a llegar a tiempo para colarse entre los vagones. Foto por Mike DuBose, Noticias MU.
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Los albergues se han convertido en puntos de referencia y de partidas para quienes deciden permanecer más tiempo, por lo que muchas casas alrededor de los refugios son para ser rentadas, aunque también muchas son utilizadas para el tráfico humano, según explica Luna.
La Sagrada Familia trabaja juntamente con otros albergues del centro del país, ubicados a lo largo de la ruta que toman los/as migrantes a través del tren y con iglesias, entre las que se cuentan la Iglesia Metodista de México A.R., con las que se mantiene una interacción muy fluida, sin importar su tradición religiosa, de acuerdo con lo que describe Luna: “Estamos trabajando también con ACNUR, en lo que llaman el desfogue de las fronteras, con el objetivo de promover el asentamiento de la gente y su integración en varias zonas del país, distribuyendo a los migrantes en diferentes zonas que puedan brindarle oportunidades para establecerse”.
Una especie de zarape enrollado que sirve de cama para los/as migrantes, cuelga en la cerca afuera del albergue Casa de la Sagrada Familia en Apizaco, México. Foto por Mike DuBose, Noticias MU.
El cambio constante en las políticas migratorias de varios países del área y especialmente de los EE.UU. han venido afectando y agudizando las situaciones, por las que las poblaciones más pobres se ven obligadas a emigrar. De igual manera han impactado el flujo migratorio que se ve represado en la frontera de México con los EE.UU., de manera que muchos refugios se ven sobrepasados en sus capacidades de servicio.
Para el Padre Elías Dávila, responsable del albergue ante la Diócesis de Tlaxcala y director de la Comisión Diocesana de Movilidad: “Es muy triste que tomen a los/as migrantes como un elemento de campaña electoral en los EE.UU., porque son vidas humanas, muy vulnerables y sometidas a terribles condiciones de vida y de presiones emocionales, que merecen -por el contrario- consideraciones y apoyos para resolver las dramáticas situaciones que viven”.
“Los albergues cumplimos una función profética, porque denunciamos todo aquello que está en contra de la dignidad de las personas, pero también anunciamos, con nuestras pequeñas acciones, las posibilidades de una vida distinta y de esperanza”, afirma Luna.
(…/… continuará en una próxima entrega)
* El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo