Siete socios del ministerio en todo Brasil han recibido subvenciones Refugio en el Amor del Comité Metodista Unido de Auxilio (UMCOR por sus siglas en inglés) para combatir el COVID-19 y extender su alcance a sus comunidades, y en un esfuerzo coordinado a través del ministerio de Vida y Misión de la Iglesia Metodista Nacional en Brasil, las congregaciones metodistas acompañan a las personas vulnerables a través de la pandemia.
En un país sin una estrategia coordinada del gobierno para combatir la propagación del COVID-19, el alcance de una iglesia metodista puede ser la única ayuda que reciben algunas de estas comunidades. Las tasas de transmisión del COVID-19 están subiendo actualmente en Brasil y a finales de junio, el país tenía 1,35 millones de casos confirmados y 57.658 muertes.
La Revda. Joana D'Arc Meireles, secretaria nacional del ministerio de Vida y Misión, describe el clima en Brasil como "aterrador".
"La gente está sufriendo", explicó Meireles en una entrevista en video con el secretario general de Ministerios Globales, Thomas Kemper. “Tenemos hambre y desempleo y muchas personas enfermas en este momento, y no todos/as tienen acceso a una buena atención médica. Por esta razón, la iglesia metodista se ha unido a otras iglesias en Brasil para planificar formas en las que podemos ser más relevantes en solidaridad para abordar esta situación en Brasil ” dijo.
La Iglesia Metodista brinda orientación general y pautas sobre la prevención del COVID-19 y el distanciamiento social en línea; también publica recursos oficiales, como liturgia para funerales, cartas pastorales y otro tipo de apoyo para congregaciones locales.
En la actualidad, todos los edificios de la iglesia metodista están cerrados para el culto en persona y las congregaciones se reúnen virtualmente. Sin embargo, algunas congregaciones continúan e incluso aumentan sus ministerios de justicia social y divulgación, y con la asistencia de subvenciones metodistas unidas a través del Fondo UMCOR COVID-19, más personas están encontrando ayuda en tiempos caóticos e inciertos.
Los visitantes venezolanos David, Christian y Josef en el santuario de la Congregación Wesley, Porto Alegre, Brasil. Foto de Paulo Bruhn.
Llegar a comunidades en riesgo y olvidadas
En la ciudad de Teresina, en Piauí al noreste de Brasil, la Iglesia Metodista Teresina ha trabajado durante varios años para llegar a una comunidad desatendida en un lugar llamado Jerusalén. Raquel Gonçalves Da Silva Filgueira Rocha, estudiante de posgrado en psicología, dirige el equipo de Acción Social en la iglesia.
Rocha describe a Jerusalén como un lugar peligroso para los/as extraños/as: “Nuestro alcance comenzó ofreciendo sopa a las personas, muchas de las cuales son adictas a las drogas. Y luego, alguien de esa comunidad nos invitó a entrar".
Este fue el comienzo de Casas de Paz, un ministerio centrado en formas de mejorar la vida de los/as niños/as en Jerusalén fortaleciendo a las familias; comenzaron con un grupo pequeño y los números crecieron lo suficiente como para iniciar un programa semanal.
Una subvención de UMCOR ayudará a los/as metodistas de Teresina a proporcionar kits de higiene, pautas de prevención COVID-19 y canastas básicas de alimentos.
Un residente de la Asociación de Asistencia Social de Betel hace un nuevo amigo. Esta Asociación utilizó una subvención de UMCOR COVID-19 para intensificar las medidas para evitar una mayor propagación del COVID-19 entre los/as residentes y el personal. Foto cortesía de la Asociación de Asistencia Social de Betel.
"La comunidad no está realmente preocupada por el virus, pues carecen de información básica y hay poca protección disponible. Lo que sabemos es que muchas personas aquí se ven afectadas por el COVID-19, y algunos han muerto. Algunas familias se están aislando, pero otras no” señaló Rocha.
La iglesia registró 40 familias para el alcance del COVID-19, que llamaron "Proyecto Nueva Jerusalén contra COVID-19".
Otra subvención del proyecto para el noreste de Brasil, en Paraíba, sirve a una comunidad poco conocida a través de la Iglesia Metodista João Pessoa. La congregación está reuniendo voluntaries/as para armar kits de higiene en asociación con una asociación LGBT brasileña, para servir a las trabajadoras sexuales en el área. "Hemos estado tratando de ayudar a estas mujeres a mantener su dignidad, su salud e higiene en estos tiempos" señaló Meireles.
Ubicada en Piracicaba, São Paulo la Asociación de Asistencia Social Betel, fundada por los/as metodistas, es un hogar de ancianos/as con 80 residentes y 77 empleados/as que ha reportado 86 casos de COVID-19 entre residentes y personal y 8 muertes. Una subvención de UMCOR ayudará a salvar vidas al proporcionar pruebas COVID-19 y un estricto cumplimiento de las nuevas pautas.
Una subvención para un proyecto en Campina Grande, Paraíba, apoya a los profesionales de la salud y sus familias a medida que intentan detener el contagion por el COVID-19.
En la región de Barra do Ceará, en las afueras de Fortaleza, se concreta un proyecto de familia a familia llamado Cinco Panes y Dos Peces, que es un programa único de la Iglesia Metodista de Fortaleza, que ha emparejado a cinco familias, cuyos miembros adultos aún están empleados/as, con otras dos familias cada una, que han perdido sus trabajos durante la cuarentena. Juntas, las cinco familias acompañarán a otras 10 familias durante la pandemia. La multiplicación de recursos es un tema común en la iglesia brasileña.
Solidaridad con las comunidades de inmigrantes
En Rio Grande do Sul, los/as metodistas acompañan a los/as inmigrantes haitianos/as mientras se adaptan a la vida en Brasil. La Iglesia Metodista nombró a Duplan Daniel, quien vino de Haití para estudiar, como pastor misionero con la comunidad haitiana en Canoas.
Durante la cuarentena, muchos/as inmigrantes haitianos/as perdieron sus empleos, y algunos/as se mudaron con otras familias, por lo que los espacios reducidos a menudo se convierten en un caldo de cultivo para la enfermedad. Por lo tanto, la ayuda para el pago de alquiler, que ayuda a las familias a permanecer en sus hogares, es una prioridad. El equipo de Daniel también prepara canastas de alimentos para ayuda de emergencia, pero Daniel dice que usarán una parte de su subvención de UMCOR para invertir en trabajo de subsistencia.
"A pesar de que hoy me has proporcionado pescado, debes enseñarme a pescar. Compraremos dos o tres máquinas de coser para enseñar a un grupo de hombres y mujeres jóvenes a hacer máscaras. Esto los/as ayudará y a sus familias, pues también pueden vender las máscaras. Estas nuevas habilidades son una inversión a futuro, después de que la pandemia avance” explicó Daniel.
En Porto Alegre, la Congregación Wesley de la Iglesia Metodista en Brasil lleva a cabo un ministerio de reasentamiento en curso, considerando que en los últimos años ha habido una afluencia de inmigrantes de Venezuela, quienes huyen de las dificultades durante la crisis política de Venezuela.
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Paulo Roberto Lima Bruhn, miembro de la Congregación Wesley, recuerda a los primeros tres venezolanos que visitaron la iglesia en 2018. David, Christian y Josef aparecieron un domingo desde Esteio, una comunidad cercana; se habían encontrado con metodistas en Boa Vista, una ciudad mucho más cercana a la frontera venezolana y una vez que el gobierno brasileño los reasentó en Esteio, querían encontrar una Iglesia Metodista. Vinieron a pesar de que tenían poco dinero para el transporte, porque reconocieron el nombre "Wesley".
"Fue entonces cuando comenzamos el trabajo de acompañamiento, buscando satisfacer las diversas necesidades en cada uno de ellos" dijo Bruhn,
Desde 2018, la Iglesia Metodista Nacional ha formalizado un programa estructurado para acoger a los/as venezolanos/as en Boa Vista y enviarlos/as a iglesias metodistas en otras partes del país para su reasentamiento. Bruhn está en contacto semanal con los/as coordinadores del programa de bienvenida para migrantes en la Iglesia Metodista de Boa Vista.
La Congregación Wesley descubrió que los tres hombres estaban separados de sus familias, quienes tenían una gran necesidad ya sea en Venezuela o en Boa Vista, y al poco tiempo, pudieron traer a sus esposas e hijos/as; luego vinieron hermanos/as y sus familias. Muchos/as llegaron enfermos/as y hambrientos/as, con solo la ropa en la espalda. La congregación Wesley ha reasentado desde entonces a unas 150 personas, y con el subsidio UMCOR ayudará a 15 familias, alrededor de 60 personas, con ayuda para el pago de alquiler para que puedan permanecer en sus hogares durante la cuarentena.
Aunque es difícil para una iglesia de 200 miembros apoyar dicho ministerio, Bruhn tiene una teoría sobre cómo se hace possible: “Mi comprensión, cuando salimos en misión, es que Dios nos dará la visión. Para mí lo más importante es que este trabajo esté relacionado con personas que Dios nos ha confiado. Cuando confiamos en Dios, Dios nos envía personas y la capacidad de ayudar, de participar en su obra".
Para más información:
Una historia anterior sobre el trabajo de la Iglesia Metodista Unida de Boa Vista se puede encontrar aquí: https://www.umcmission.org/share-our-work/news-stories/2019/june/methodist-church-of-brazil-welcomes-migrants-shade-and-fresh-water
Tenga en cuenta que algunas de las imágenes utilizadas en este trabajo fueron tomadas antes del golpe del COVID-19 y podrían no reflejar el uso adecuado de las máscaras y la práctica del distanciamiento social.
* Christie R. House es consultora y editora de Ministerios Globales, y la traducción de la entrevista fue proporcionada por Donald Reasoner.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a [email protected].
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