Gálatas 3: 25-29 (DHH) 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos a cargo de ese esclavo que era la ley, 26 pues por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios, 27 ya que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo. 28 Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo. 29 Y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo.
Sus obispos/as tuvieron el honor de recibir la solicitud de la Conferencia General para ayudar a dirigir nuestra Iglesia Metodista Unida hacia adelante, durante este tiempo de gran crisis y grandes oportunidades. Por lo que podemos descubrir, esta es la primera vez que una Conferencia General nunca ha hecho una petición del Consejo de Obispos tales, y aceptamos esta solicitud con humildad.
Compartimos con ustedes un profundo compromiso con la unidad de la iglesia en Cristo nuestro Señor. Ayer, nuestro presidente compartió el profundo dolor que sentimos. Todos hemos orado por meses y continuaremos haciéndolo. Buscamos, en este momento del “kairos”, un camino a seguir por la unidad profunda en torno a tema de la sexualidad humana, así como en otros asuntos. Esta unidad profunda permite una variedad de expresiones para coexistir en una iglesia. Dentro de la Iglesia, estamos llamados a trabajar y orar por una unidad cada vez más profunda, como la de Cristo, entre todos/as nosotros/as, en lugar de la separación. Esta es la oración de Jesús en Juan 17: 21-23.
UNIDAD. Creemos que nuestra unidad se encuentra en Jesucristo; no es algo que logramos, sino algo que recibimos como un regalo de Dios. Entendemos que parte de nuestro papel como obispos/as es llevar a la iglesia hacia un nuevo comportamiento, una nueva manera de ser, a nuevas formas y estructuras que permitan la unidad en nuestra misión de "hacer discípulos de Jesucristo para la transformación del mundo", teniendo en cuenta las diferentes expresiones como iglesia global. El desarrollo de estas nuevas formas requerirá un esfuerzo concertado de todos/as nosotros/as y nosotros/as, como sus obispos/as, nos comprometemos a dirigir este esfuerzo. Les solicitamos, como Conferencia General, afirmar su propio compromiso de mantener y fortalecer la unidad de la iglesia. Vamos a coordinar este trabajo con los diversos esfuerzos que ya están en marcha, para desarrollar estructuras globales y una nuevo Libro General de Disciplina para nuestra iglesia. El fortalecimiento de la unidad de la iglesia es una responsabilidad para todos/as nosotros/as.
ORACIÓN. Aceptamos nuestro papel como líderes espirituales para dirigir a la IMU en una "pausa para la oración", para distanciarse de los intentos de soluciones legislativas y buscar deliberadamente la voluntad de Dios para el futuro. Como Concilio de Obispos, vamos a dirigir a la iglesia en todas partes del mundo en tiempos de adoración, estudio, discernimiento, confesión y oración por la guía de Dios. Les solicitamos, como una Conferencia General, unirse a nosotros/as en este esfuerzo, a partir de esta semana. Hemos sido conmovidos/as por los/as delegados/as que rogaron alrededor de la mesa y esperamos que estos esfuerzos continúen. Como sus obispos/as estamos listos/as para unirnos a ustedes, para guiarles en este momento de oración.
PROCESOS. Hemos discutido en profundidad los procesos que podrían ayudar a nuestra iglesia a sanar y seguir adelante, incluyendo la posibilidad de convocar a una Conferencia General en 2018 o 2019. No hemos concluido nuestros planes para este tipo de procesos, pero vamos a seguir trabajando en opciones que hemos oído de muchos de ustedes y vamos a seguir informando a la Conferencia General y a toda la iglesia.
PRÓXIMOS PASOS. A continuación recomendamos a la Conferencia General, aplazar todas las votaciones sobre la sexualidad humana y referir este asunto por complete a una comisión especial, nombrada por el Concilio de Obispos, para desarrollar un examen completo y la posible revisión de cada párrafo en nuestro Libro de Disciplina respecto a la sexualidad humana. Seguimos escuchando de muchas personas en el debate sobre la sexualidad que nuestra disciplina actual contiene un lenguaje que es contradictorio, innecesariamente hiriente e inadecuado para la variedad de contextos locales, regionales y globales. Vamos a nombrar una comisión para incluir tales personas de todas las regiones de nuestra IMU e incluir la representación de las diferentes perspectivas sobre el debate. Nos comprometemos a mantener un diálogo permanente con esta comisión, cuando estén desarrollando su trabajo, incluyendo objetivos y resultados claros. Una vez que se haya completado el trabajo se convocará a una Conferencia General de dos o tres días de reunión, antes de la Conferencia General de 2020 (vamos a consultar con GCFA respecto a las formas factibles de financiar esta reunión).
DISCUSION CONTINUA. Continuaremos explorando opciones para ayudar a la iglesia a vivir en gracia los/as unos/as con los/as otros/as, incluyendo formas de evitar quejas adicionales, juicios eclesiásticos y otros daños, al tiempo que confirmamos la Disciplina. Vamos a continuar nuestra conversación sobre este asunto e informar sobre nuestro progreso a ustedes y a toda la iglesia.
Hoy en día, como una forma de empezar a encontrar el camino hacia adelante, se sugiere que en lugar del tiempo asignado a la discusión legislativa, tomemos una o dos horas de la reunión plenaria para la oración, la confesión y la exploración de una manera creativa de seguir hacia adelante. Los/as obispos/as se preparan para proveer preguntas que ayuden a guiar las conversaciones. Sus conversaciones serán el primer paso de un camino a seguir.