Los/as metodistas unidos/as en Zimbabue están pidiendo oraciones por la paz en medio de la violencia en todo el país que ha cobrado vidas, cerró negocios y, más temprano en la semana, llevó al gobierno a bloquear la internet en el país.
"En esta situación en la que la violencia ha estallado, los programas de La Iglesia Metodista Unida se vieron afectados", dijo el obispo Eben K. Nhiwatiwa, quien supervisa a los/as metodistas Unidos/as en Zimbabue. "La libre circulación de personas hacia y desde las iglesias fue difícil en el momento más grave de los disturbios. Agradecemos a Dios que no hemos oído hablar de daños o pérdidas de propiedades relacionadas con los/as miembros de nuestra iglesia". Agregó que a partir del 17 de enero la situación volvió a la normalidad y el servicio de internet también se recuperó. Pidió a los/as metodistas unidos/as que continúen orando por la gente de Zimbabue.
"El papel de la iglesia es continuar orando por la paz para todo el país. Ha habido un descontento general sobre los desafíos económicos que enfrenta el país, pero nuestra oración es para que las personas eviten la violencia y manifiesten pacíficamente" dijo.
A lo largo de los disturbios que comenzaron el 14 de enero, la Universidad Metodista Unida África cerca de Mutare, Zimbabue, continúo impartiendo clases de acuerdo con su calendario escolar. Todos en el campus están a salvo y la oficina de Harare de la universidad continúa atendiendo a estudiantes internacionales, dijo el vicerrector Munashe Furusa.
La violencia se produjo lejos del campus universitario panafricano en las principales ciudades del país, Harare y Bulawayo. Los enfrentamientos entre los/as manifestantes y las fuerzas de seguridad de Zimbabue provocaron al menos 8 muertos y unos/as 25 heridos/as, en una represión gubernamental contra las protestas nacionales, informó Amnistía Internacional.
El 12 de enero comenzaron las protestas en las principales ciudades, después del anuncio sorpresa del presidente Emmerson Mnangagwa de que el país, que ya estaba económicamente golpeado, vería un aumento del 150% en los precios del combustible, y el precio de la gasolina aumentó de $1,24 a $3,31 por litro, lo que convierte a Zimbabue en el lugar más caro del mundo para poner gasolina en un automóvil. Los disturbios llevaron a las empresas a cerrar y la aerolínea local Fastjet Zimbabue canceló vuelos.
Esto marca la segunda represión desde la elección de Mnangagwa el año pasado. En 2017 después de casi 10 años de crisis económica, los líderes nacionales destituyeron al presidente Robert Mugabe, quien durante 37 años dirigió lo que muchos llamaron "un gobierno de tiranía".
Mnangagwa ha estado luchando en las últimas semanas para contener los problemas económicos de Zimbabue y ha enfrentado huelgas del personal médico y amenazas de acción laboral por parte de funcionarios públicos.
A partir de la tarde del 14 de enero, el gobierno también bloqueó el acceso a las redes sociales populares WhatsApp, Facebook y Twitter. Los dos proveedores de servicios más grandes del país dieron un paso más y cerraron el acceso de sus clientes a toda internet. El 16 de enero se pudo acceder a la internet, pero el servicio siguió siendo errático.
Algunos zimbabuenses vieron el cierre al acceso de internet como un esfuerzo para reprimir las protestas, mientras que otros lo vieron como una precaución para evitar el saqueo. Algunos saqueadores le dijeron a Al Jazeera que estaban aprovechando la oportunidad para abastecerse de alimentos en lugar de pagar los precios exorbitantes que han resultado del aumento en el precio del combustible.
En un avivamiento dominical el 13 de enero el Rev. Oscar Mukahanana, superintendente en el distrito este de Harare, alentó a los feligreses a permanecer tranquilos y orando porque la batalla no era de ellos, y su tema del día fue "No temas". Muchos zimbabuenses han permanecido en sus casas y no han salido.
En la conferencia del este de Zimbabwe, los/as maestros/as de las escuelas metodistas de los Estados Unidos han estado bajo encierro y no se ha permitido a nadie ingresar ni salir de los campus. Por su parte, en la conferencia del oeste de Zimbabwe las escuelas estuvieron abiertas, pero solo a tiempo parcial. Varios padres recogieron a sus estudiantes cuando la violencia se intensificó.
Algunos hospitales están luchando para atender a los pacientes porque muchos miembros del personal médico no asisten pues no encuentran una ruta segura para ir a trabajar. La semana pasada, sin haber llegado a un acuerdo, los médicos pusieron fin a una huelga de 40 días para obtener mejores salarios y condiciones laborales.
No obstante, el ministerio continúa. Un equipo misionero de la Iglesia Metodista Comunitaria de Crofton, Maryland llegó sin problemas a Harare esta semana y viajó a la ciudad rural de Hanwa. Durante más de 20 años, la congregación de Maryland ha trabajado en asociación con el distrito rural de Murewa en la conferencia del oeste de Zimbabwe.
"Me siento reconfortado por el hecho de que están con amigos y agradecidos por estar en un área rural, pero las oraciones son ciertamente apreciadas", dijo Carol Moore cuyo esposo Charlie está liderando el equipo de la misión.
Los/as cinco misioneros/as metodistas unidos/as y los/as seis misioneros/as de misión global que prestan servicio en Zimbabue continúan trabajando. Esta semana asistieron a una reunión misionera en Sudáfrica.
El Consejo de Iglesias de Zimbabwe, del cual La Iglesia Metodista Unida es un miembro clave, también está trabajando. "Estamos trabajando con otros en el CIZ para fomentar el diálogo, lo que podría ayudar a levantar la bandera de paz y amor entre nuestra gente como zimbabuenses. Es obvio que la iglesia debe continuar trabajando y orando día y noche por tales esfuerzos para producir frutos tangibles de paz y armonía", dijo Nhiwatiwa.
Se desconoce cuándo todos los zimbabuenses puedan volver a los negocios como de costumbre, especialmente en las áreas urbanas del país. El 16 de enero el Rev. Lancelot Mukundu, presidente del Centro de Misión Metodista Unido Nyadire en la parte noreste de Zimbabwe dijo: "Estamos a salvo, pero estamos desconectados de todos los asuntos: no podemos obtener suministros, no podemos usar nuestras computadoras, no podemos viajar. Realmente necesitamos las oraciones de Dios".
Nota del editor: Esta historia se actualizó el 17 de enero para incluir que Internet está de vuelta e incluye al obispo Eben K. Nhiwatiwa de Zimbabue.
* Hahn es reportera de noticias multimedia para el Servicio Metodista Unido de Noticias, Chingwe es coordinador de comunicaciones para la Conferencia Anual del Este de Zimbabue. Tafadzwa Mudambanuki, gerente senior de relaciones de la conferencia central en la United Methodist Communications, contribuyó con esta historia. Puede llamar a Hahn al (615) 742-5470 o escribirle a [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, suscríbase gratis al Daily o Weekly Digests.
** Yanes es traductora independiente. Para contactarle escriba al [email protected].