La Revda. Diane Dyson no lleva cuello clerical, y si lo hiciera, nadie lo vería en estos días debido a todo lo demás que lleva puesto pues su atuendo de trabajo para turnos de más de 12 horas incluye una máscara N95, careta, gorro protector, guantes y bata hasta el suelo.
Dyson es una diácona metodista unida y una enfermera registrada que desde mediados de marzo ha estado atendiendo a pacientes con COVID-19 en el Centro Médico Hunterdon en Flemington, Nueva Jersey. "No quiero quejarme, pero hace mucho calor, por lo que es bueno salir al final del día y tomar un poco de aire fresco" dijo Dyson.
Además de las personas del hospital, otras reconocen su trabajo, incluido el obispo de la Conferencia Anual del Gran Nueva Jersey, John Schol quien dijo: "Diane es el tipo de persona que se sube las mangas y hace lo que sea para servir a la gente; somos bendecidos por su ministerio y el de todas las personas que realmente han estado en primera línea".
El más preocupado y fanático de Dyson es su esposo. "Se puede ver el miedo y la tristeza; y el cuidado sincero que Brinda a sus pacientes también tiene un costo emocional" dijo el Rev. Drew Dyson, un presbítero metodista unido, ex superintendente de distrito y actual director ejecutivo del Centro de Recursos para Personas Mayores de Princeton, Nueva Jersey.
Los/as diáconos/as son una orden del clero en La Iglesia Metodista Unida, ordenada a para un ministerio de palabra, servicio, compasión y justicia. Muchos/as sirven más allá de la iglesia local, y algunos/as han tenido un papel directo en la respuesta a la pandemia del COVID-19. Por ejemplo, el Rev. Chris Barbier es un capellán en el Centro Médico Floyd en Rome, Georgia, y ha estado ministrando a las familias de los/as pacientes de COVID-19 y al personal del hospital.
El Rev. Ken Kalungi, de la Conferencia Uganda-Sur, trabaja con la organización sin fines de lucro Harper Hill Global para traducir a una variedad de idiomas africanus, mensajes sobre el lavado de manos, el uso de máscaras y otras medidas de prevención.
En la Autoridad de Salud de Oregón, la Revda. Danna Drum recientemente ha estado respondiendo al COVID-19, sirviendo como enlace con funcionarios/as locales de salud pública, tribus nativas reconocidas federalmente y centros de cuidado a largo plazo. "La pandemia sólo hace más visibles los muchos problemas de equidad y justicia que existen en el mundo" dijo Drum.
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Abundan los roles de diácono/a, pero Diane Dyson es excepcional, posiblemente única, ya que se ocupa directamente de las personas enfermas de muerte con el COVID-19. Comenzó como enfermera registrada en 1985, y su esposo señala que se ofreció como voluntaria para atender a los/as primeros/as pacientes con SIDA cuando la epidemia estaba causando tanto miedo y exclusión.
En su carrera de enfermería, Dyson sintió el llamado al ministerio como diácona y asistió a la Escuela Teológica Drew, obteniendo un Master en Divinidad. Estudió para convertirse en capellán, pero concluyó que su verdadera vocación era como diácona y enfermera.
A través de los años ha servido a iglesias locales como pastora asociada, mientras trabajaba a tiempo completo en enfermería, y estaba trabajando en una unidad reductora en el Centro Médico Hunterdon cuando el COVID-19 se apoderó de Nueva Jersey.
Apoyo a los trabajadores de la salud
Los reverendos Drew Dyson y Diane Dyson con sus hijos/as, de izquierda a derecha: Timothy, Jeremy, Allison y William. Foto cortesía de Drew Dyson.
Muchos gobiernos y comunidades han encontrado formas de reconocer a los/as trabajadores/as de la salud durante la pandemia del COVID-19. Las personas y las familias que desean ofrecer apoyo pueden encontrar algunas ideas prácticas aquí.
La Junta Metodista Unida de Educación Superior y Ministerio proporciona información general sobre la ruta para convertirse en diácono/a en la denominación.
Los Ministerios de Discipulado, otra agencia denominacional, ofrece certificación en enfermería parroquial.
"Creo que los antecedentes como diácona siempre me han ayudado; me ja permitido mirar a las personas de manera más integral, y me gustaría pensar que me ayudó a ser más paciente y escuchar mejor" dijo Dyson.
Después de Nueva York, Nueva Jersey ha tenido la mayor cantidad de casos del COVID-19 en los Estados Unidos. El condado de Hunterdon es uno de los condados menos poblados de Nueva Jersey, pero hasta la semana pasada tenía 729 casos y 47 muertes.
El hospital donde trabaja Dyson comenzó a recibir pacientes con COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) hace dos meses, por lo cual creó un área separada para otros/as pacientes, que es donde ahora trabaja Dyson.
Ella se preocupa por personas tan enfermas que eventualmente no pueden respirar solas y son trasladadas a la UCI y se les coloca un respirador; también ha tenido pacientes que han sido desconectados de un ventilador.
Entre sus pacientes con COVID-19 había una pareja casada; el esposo fue dado de alta, pero pronto fue encontrado muerto en su casa por un vecino, y se considera que coágulos de sangre fueron posiblemente la causa de su muerte. Mientras tanto, la esposa todavía estaba en el hospital luchando contra el COVID-19. "Intentar apoyar a las personas que están tan enfermas y que acaban de perder a alguien es muy difícil" dijo Dyson.
Con el riesgo de infección que limita casi todas las visitas familiares al hospital, ella y otras enfermeras han sido canales cruciales de información y conexión. "Conversamos con la familia y nos comunicamos por FaceTimes en nuestros teléfonos, para que puedan ver a sus seres queridos. El hospital ha dejado que la gente venga cuando es una situación final, para que puedan despedirse de su familiar. Es dificil y sé que no todos los hospitales lo permiten” dijo Dyson.
Drew Dyson publicó en Facebook un poema en prosa como homenaje a su esposa, que comienza y termina con "Ví a mi héroe llorar esta noche", y expone en detalle el costo emocional que la pandemia le ha causado a ella. Por teléfono dijo: "Este es un sufrimiento profundo que no había experimentado en sus más de 30 años como enfermera".
Los Dyson comparten el temor de que ella pueda contraer y propagar el COVID-19, incluso a miembros de la familia. Ahora tienen tres hijos en edad universitaria en casa, y el riesgo aumenta porque uno de ellos tiene un trabajo para registrar pacientes en la sala de emergencias en el Centro Médico Hunterdon, por lo que los protocolos de seguridad continúan en casa.
"Al principio, establecimos una rutina en la que te desnudas en el garaje, dejas tu ropa sucia y tu uniforme allí y te vas a la ducha. Drew y yo hemos estado durmiendo en habitaciones separadas, tratando de ser mas cuisadosos" dijo Diane Dyson.
El Centro Médico Hunterdon ha dado de alta con éxito a muchos/as pacientes con COVID-19, y su número ha pasado de 45 hace un mes a menos de la mitad. Aunado a esta buena tendencia se encuentra el apoyo que Dyson ha sentido de miembros de la comunidad y del pueblo metodista unido: han recibido paquetes de atención para ella y sus colegas de las tropas de Girl Scouts; los restaurantes locales les llevan comidas.
"Oh Dios mío, las cartas de una iglesia en particular, donde Drew era pastora de jóvenes y pastora asociada cuando sus hijos/as eran pequeños/as. Recibí un montón de tarjetas de ellos/as" dijo Dyson.
Drew Dyson se preocupa por el estrés acumulado por los trabajadores de la salud durante la pandemia; Diane Dyson reconoce haber tenido su cuota de miedo y tristeza desde marzo, pero continúa sintiendo gratitud por poder ser diácona y enfermera. "Eso es lo mejor de los/as diáconos/as pues puedes estar en el mundo, cumpliendo el llamado que Dios ha puesto en tu corazón".
* Hodges reporta para Noticias MU y está radicado en Dallas. Puede llamarlo al (615) 742-5470 o escribirle a [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org
