(Reverendo Fulano, Pastora Fulana, Hermano Zutano, u otro)
Hay grados de formalidad al dirigirse al clero por escrito, en conversaciones o en encuentros personales. Lo que es apropiado varía de región en región (y cultura) hasta cierto punto. Por ejemplo el término Reverendo/a (abreviado Revdo/a. o Rev.), un título de respeto aplicado al clero desde el siglo XV, se ha utilizado como prefijo al nombre del/ de la clérigo/a desde el siglo XVII. En algunas iglesias, como la Iglesia Episcopal, la práctica es usar "la Reverenda Sra. Martinez".
En muchas áreas del país, los/as metodistas unidos se refieren al/a la pastor/a como "el predicador o la predicadora", como por ejemplo "Predicador Rodríguez". Esta es una referencia anacrónica de los días en que la mayoría del clero viajaba a caballo a diferentes iglesias para predicar. Hoy en día, el clero es mucho más que sólo predicadores. Los/as presbíteros son ordenados/as para servicio, la palabra, los sacramentos y el orden. Los/as diáconos y diaconisas son ordenados/as para el servicio y la palabra.
Llamar a un clero "pastor/a" es común en muchas partes de los Estados Unidos, y esta práctica es cada vez mayor entre los/as metodistas unidos/as. En un ambiente Luterano, por ejemplo, "pastor/a" es el término predominante. En muchas iglesias en diferentes áreas del país, los/as miembros todavía se refieren a su pastor/a como "el ministro" o “la ministra”. Sin embargo, no es lo usual entre metodistas unidos/as de usar el término "ministro" para describir al clero, ya que todos/as los/as miembros son ministros/as en virtud de su llamado hecho desde el bautismo, para participar en el "sacerdocio real de Cristo". Hacer referencia al clero como "ministro/a" tiende a reducir a todos/as los/as demás al papel de "oyente", "consumidor/a" o "receptor/a".
"Hermano/a" todavía es utilizado por algunos/as, pero no mucho. La expresión "Hermano Sánchez" o “Hermana Rivera” es anacrónica y coloquial. Teológicamente, es un buen término (Hermano Sánchez o Hermana Rivera) para las relaciones que tenemos como hermanos y hermanas en Cristo. Sin embargo, no transmite nada distintivo sobre el papel de la persona ordenada dentro de la comunidad de la iglesia local ni reconoce el llamado especial que ha recibido para liderar las Ordenes Sagradas.
En resumen, "el reverendo" o “la reverenda” es un término que usted puede utilizar para referirse al clero por escrito o al presentarle públicamente. "Pastor/a" es un término más íntimo de relación y puede ser usado como una sola palabra o en combinación con el nombre o apellido del/la pastor/a. "Hermano/a", "el/la Ministro/a" y "Predicador/a" son designaciones más locales y, en términos generales, son menos apropiados.
*Para leer el artículo original en inglés, visite el enlace: https://www.umcdiscipleship.org/resources/what-is-the-proper-way-to-address-a-methodist-minister
**Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615) 742-5775 o por [email protected].