El viernes 15 de abrir en la ciudad de Dolores en Uruguay un tornado de inusual potencia arraso varios barrios de la zona sur dejando hasta ahora 9 personas muertas, 200 heridas y 12 desaparecidas. La mayoría de los edificios sufrieron daños y algunos fueron derrumbados completamente. El Hospital de Dolores quedo colapsado y sin luz, y decenas de familias perdieron sus hogares.
El Instituto Uruguayo de Meteorología había publicado una advertencia de tormentas y lluvias fuertes en ciertas áreas del país, pero no emitió una alerta de tornado, reportó CNN.
Dolores ha sido declarada una zona de emergencia ya que las tormentas continúan y las lluvias están causando inundaciones. El Servicio Nacional de Emergencias informó que por las intensas lluvias que han caído desde el pasado viernes, 7,920 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
El sábado 16 de abril, un grupo de jóvenes voluntarias de La Iglesia metodista Unida en Alemania, junto a maestras de escuela bíblica, fueron a la Iglesia Evangélica Valdense a ayudar y acompañar a la congregación y su pastora, Carola Tron, en un acto de solidaridad. La iglesia fue completamente destruida por el tornado.
“Las imágenes del templo y el salón de la iglesia Valdense de Dolores que han visto por los medios son un ejemplo claro de la fuerza y magnitud del tornado… Es el segundo que tenemos en menos de cuatro años y con una diferencia de apenas mil metros entre uno y otro”. expresó en un comunicado el Rev. Dr. Darío Barolín, pastor valdense y Secretario General de AIPRAL (Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina).
A pesar del estado de emergencia y la destrucción de la iglesia, la comunidad se reunió el domingo para tener un culto para dar gracias a Dios y clamar por los que sufren. El Rev. Barolín, quien es esposo de la Pastora Tron y residían en la casa pastoral, dijo que sus esfuerzos el sábado y domingo, estuvieron orientados a la recuperación de los daños sufridos en su casa, en las instalaciones de la iglesia y en el barrio.
“Nuestra casa sufrió daños pequeños: vidrios, ventanas, algunos muebles rotos y algunos libros y papeles desparramados por varios lados, más el agua y tierra que entró a la casa. Todavía estamos sin electricidad y la comunicación todavía está complicada. Pero esto, créanos es nada comparado con lo que hemos visto a lo largo y ancho de la ciudad”, dijo Barolín.
“Hemos podido empezar a pensar y organizarnos para acompañar a nuestro pueblo en este proceso de reconstrucción. En esa línea estamos comunicándonos con las autoridades del comité de emergencia”. El Rev. Barolín agregó que más de mil viviendas han sido destruidas y que eso implica que hay más de mil familias sin un techo buscando un lugar para pasar los próximos días.
El trabajo de la iglesia valdense, apoyados por otras denominaciones y organizaciones de apoyo estará centrado en ayudar a las personas que han perdido seres queridos y sus hogares en primer lugar y posteriormente en la reconstrucción de las instalaciones de la iglesia, como segunda prioridad.
Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]