La Cuaresma es aquel tiempo del año en que muchos cristianos buscan la verdad detrás de la paradoja que afirma: “menos es más”.
El ayuno está de moda otra vez. Más y más cristianos encuentran que esta disciplina espiritual los ilumina y enriquece.
“No es que esté pasando por alto una comida porque, en lugar de ella, estoy comiendo con Dios”, dice la Rda. Jacqui King, pastora de la Comunidad Metodista Unida Nu Faith, en Houston, Texas.
El ayuno tiene profundas raíces en la tradición cristiana. En su juventud, Juan Wesley ayunó dos veces por semana y llamó al ayuno uno de los “actos de piedad” junto con la oración y el estudio bíblico.
El ejemplo de Wesley inspiró a la Rda. Holly Boardman, presbítera metodista unida jubilada que ahora vive en Orlando, Fla. En sus votos de ordenación prometió practicar el ayuno y recomendarlo a otros.
“Ha habido tiempos en que he luchado con los problemas que enfrenta la iglesia”, dice. “Cuando he ayunado y orado por ellos, he sentido una respuesta de Dios, porque Dios te habla a veces cuando tú te abres y escuchas. El ayuno te prepara para escuchar”.
King dice que es importante prepararse para ayunar. Ella prepara su casa removiendo las cosas que no comerá. También prepara a la familia. Cuando sus niños vivían en casa, la familia se reunía para conversar qué comida ayunaría cada uno. Los niños eran atletas, de modo que no podían eliminar las comidas pero tenían las opciones de no comer ciertos alimentos.
Jamie Pope, nutricionista que enseña en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Vanderbilt, Tenn., recomienda que la gente consulte con su doctor, si piensan en ayunar más de 24 horas. Después de 24 horas, el cuerpo empieza a consumir sus reservas y el ayuno podría ser muy peligroso para alguien que tiene un desorden alimenticio.
King lo sabe muy bien. “Algunas personas no pueden privarse de comer, ya que tienen alguna condición médica. Yo los animo a buscar otras cosas que distraen su atención de la oración. Podría ser la televisión, el equipo de música o el teléfono celular”.
King también coloca cuadernos de notas en los lugares donde va a leer la Biblia. “Cuando Dios empieza a hablarme, no tengo que andar buscando un pedazo de papel para tomar notas, sino que lo tengo allí con un lapicero”.
King dijo: “Me gusta escribir mi diario. Me gusta la oración, el ayuno y el diario”. También sugiere añadir literatura devocional al ayuno y la reflexión. Uno podría usar las palabras de un himno. El internet también tiene mucho material devocional.
El Rdo. Clint Ware, pastor asociado de la Primera IMU de Clinton, Miss., desafió a su congregación a ayunar una vez a la semana.
“Me sorprendió del énfasis que Jesús hizo en el ayuno. Habló de tres cosas en el Sermón del Monto y las colocó bajo el título de obras de justicia. Dijo ‘cuando des a los necesitados… cuando oren… cando ayunen’” (Mateo 6).
“Cuando uno lee esto, se da cuenta que Jesús puso estas tres cosas al mismo nivel. Esperaban que se llevaran a cabo. Enfatizamos la oración y el dar a los pobres, pero no subrayamos el ayuno de la misma forma que Jesús lo hizo”.
En Pitman, Nueva Jersey, Bret Walker también notó el énfasis que Jesús hace en el ayuno, en el Sermón del Monte. Primero ayunó en forma personal. Después invitó a otros miembros de la IMU Pitman a que ayunaran con él por 24 horas. Con 8 personas formaron la Sociedad Wesleyana de Ayuno. Hacen que su ayuno coincida con la celebración de la Santa Comunión, el primer domingo del mes.
“A la hora de cada comida o cuando siento hambre, uso ese tiempo para orar”, dice Walker. Así se siente “más comprometido a Dios. Pongo de lado mi hambre físico y encuentro mi hambre espiritual”.
En julio de 2009, el día de ayuno cayó el 4 de julio. Walker le dijo al grupo: “no vamos a perder nuestro lugar en el cielo” si no ayunamos este día.
Boardman también cree que el ayuno no debe ser legalista.
“El ayunar no puede ser algo tajante en blanco y negro, todo o nada”, dice. “Es algo compasivo, no una imposición. Es una devoción de gracia, no algo riguroso”.
*Chávez es escritora independiente con base en Franklin, Tenn.