Estoy caminado con el Papa Francisco en torno a la justicia social.
¿Qué harías si descubres que Jesús no tiene un lugar donde reclinar su cabeza? ¿Qué haría usted si descubre a Jesús durmiendo en un banco en la calle? Esas son algunas de las preguntas que el Papa espera confrontar mientras camina por las calles de Washington DC.
Al destacar los temas de justicia social, el Papa ha retado a los cristianos a través del mundo, en Washington, DC en particular, a caminar con él para traer el amor, la misericordia y la esperanza de Cristo a los demás, especialmente los marginados de la sociedad.
Hace unas semanas, me paré con el cardenal Donald Wuerl de Washington D.C. para resaltar la necesidad de que los/as cristianos/as, ya sean católicos o metodistas, encuentren formas tangibles para ayudar a otros/as. Hice una promesa de comprometerme a caminar con el Papa Francisco en el ministerio de cuidar a las personas afectadas por el sistema judicial y por el delito.
Como la mayoría de los/as metodistas saben, el ministerio carcelario era una tarea clave para John Wesley y los primeros metodistas, ya que creían que el rostro de Dios estaba reflejado en cada ser humano preso o no. Wesley visitó personas en la cárcel y proporcionó orientación espiritual, comida y ropa para ellos/as.
En 1759, por ejemplo, Wesley visitó una prisión cerca de Bristol que albergaba reclusos franceses de la Guerra de los Siete Años. Wesley se conmovió tanto por la necesidad de mejorar las condiciones deplorables, que comenzó a recaudar fondos para comprar ropa y tela de lana, para vestir a los prisioneros. Wesley también convenció a las autoridades de la ciudad para enviarles colchones y mantas a los presos, porque creía que los/as cristianos/as no podían tener santidad personal auténtica sin santidad social.
Hoy en día, La Iglesia Metodista Unida entrena y prepara congregaciones para crear comunidades de sanación, para personas que están presas encarceladas y para las familias de los/as reclusos/as. Tenemos instalaciones de tratamiento para las personas que sufren de adicciones, porque las cárceles no hay tratamientos. Clérigos/as metodistas unidos/as predican en las prisiones, abogados buscan redención, restauración y ayudar a hombres, mujeres y niños en su transición a una vida nueva después de su encarcelamiento.
En la Conferencia de Baltimore-Washington, el Equipo de Ministerio Conferencial de Justicia Criminal y Misercirodia (Conference Criminal Justice and Mercy Ministry Team) ha entrenado a más de 60 personas en el 2015. Nuestros esfuerzos están basados en las enseñanzas del proféta Isaías 58:12: " Reconstruirán las ruinas antiguas, reforzarán los cimientos antiguos,
y los llamarán: “reparadores de muros caídos”, “reconstructores de casas en ruinas”.".
Nuestro compromiso de caminar con el Papa debe incluir el apoyo y la defensa; es el momento de estar unidos/as como comunidad de fe, para pedir un cambio en las sentencias mínimas obligatorias severas para los delitos de drogas de bajo nivel. Tenemos que ayudar a asegurar fondos federales para los programas de ayuda para las personas que salen de la cárcel. Debemos estar unidos/as para instar al Congreso, la Casa Blanca y las legislaturas estatales, a ponerle fin a la encarcelación en masa que ha llevado a la fractura de familias y que ha arruinado, de forma permanente, la vida de las personas con antecedentes penales.
Como metodistas hacemos un llamado a la justicia restaurativa y no retributiva. De hecho, como el Libro de la Resoluciones nos recuerda: "Las prácticas de justicia restaurativa se deben utilizar dentro de la comunidad, como una primera respuesta a cualquier comportamiento criminal. La justicia sólo puede prevalecer cuando hay sanidad en las víctimas, el arrepentimiento del ofensor y el perdón y la reconciliación son compartidas por toda la comunidad". (P. 645)
Es especialmente esclarecedor que el Papa visitará una prisión en Filadelfia para ver en persona las experiencias de los presos afectados por nuestra justicia penal. Nosotros ciertamente necesitamos sentirnos avergonzados de que hay más jóvenes afroamericanos en camino a la cárcel que a la escuela.
Ahora que el Papa Francisco llega a los E.E.U.U., unimos nuestras voces para recordar a nuestros hermanos y hermanas perdidos/as en el sistema de justicia penal, que no han sido olvidados por la iglesia. Ellos/as son hijos/as amados/as y valorados/as de Dios y nos comprometemos a caminar con el Papa Francisco para difundir el mensaje de nuestras creencias compartidas.
Así como el Papa se sentará en un banco, con una escultura de Jesús como una persona sin hogar durmiendo en a la intemperie, nosotros/as debemos recordar que tenemos que cuidar de los/as menos afortunados/as. Nuestro llamado es a recordar que si nosotros/as nos encargamos de uno/as de esos/as pequeños/as de Jesús, eso mismo estaríamos haciéndole a Jesús.
Aún sí, los/as católicos/as y metodistas no estemos de acuerdo en algunos temas, todos/as estamos de acuerdo que cuando vemos a los/as hijos/as de Dios en la cárcel, enfermos/as o hambrientos/as, debemos unirnos y cuidar de ellos/as. Es por eso que estoy tomando esta jornada con el Papa.
Durante una reunión privada, el obispo Marcus Matthews le presentará al Papa una copia personalizada del Libro de Disciplina del 2012 (gracias a la Casa de Publicaciones Metodista Unidas). Un marcador estará puesto en nuestros principios sociales, los cuales nos recuerdan que estamos llamados, no por la ley de la iglesia, sino por Dios para hablar de los problemas humanos y poner nuestra fe en práctica, desde una base bíblico-teológica sólida y desde una perspectiva diversa en un mundo cambiante.
*El Rev. Maidstone Mulenga sirve como Asistente del Obispo en la Conferencia de Baltimore-Washington. Para más información del artículo, visite el enlace: http://bwcumc.org/ums-walk-with-francis/
** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]