Mujeres Unidas en la Fe se une a colegas metodistas unidos/as, socios/as ecuménicos/as, organizaciones de mujeres y voces de todo el mundo para denunciar la crisis humanitaria en Gaza. La guerra cobra un precio desproporcionado entre mujeres, niños/as y jóvenes. Instamos a todas las partes a acordar un alto el fuego permanente, respetar las normas internacionales e incluir a las mujeres, las organizaciones de mujeres y las perspectivas de género en las negociaciones de paz. También alentamos a todas las partes a priorizar la seguridad y el bienestar de mujeres, niños/as y jóvenes.
Gaza se encuentra en medio de una crisis humanitaria de proporciones épicas. Es imperativo que el presidente Joe Biden y el Congreso de los Estados Unidos se abstengan de proporcionar financiación estadounidense para el asedio a Gaza y exijan un alto el fuego permanente y una solución a largo plazo que promueva una paz justa y duradera.
Como la organización denominacional de mujeres más grande, Mujeres Unidas en la Fe basa sus creencias en los Principios Sociales de La Iglesia Metodista Unida (IMU) que establecen: “Como discípulas de Cristo, estamos llamadas a amar a nuestros/as enemigos/as, buscar la justicia y servir como reconciliadoras en los conflictos. Insistimos en que el primer deber moral de todas las naciones es trabajar juntas para resolver por medios pacíficos toda disputa que surja entre ellas.… Creemos que los valores humanos deben prevalecer sobre los reclamos militares a medida que los gobiernos determinan sus prioridades”.
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Mujeres Unidas en la Fe condena los violentos ataques de Hamás el 7 de octubre que provocaron la pérdida de 1.200 israelíes y otros nacionales, y el secuestro de más de 200 rehenes. También condenamos el corte de agua, gas, electricidad, bienes y suministros por parte del gobierno israelí a Gaza. Denunciamos los bombardeos aéreos a gran escala y la invasión terrestre del gobierno israelí de hospitales, hogares, escuelas, mezquitas y lugares de culto pues estas acciones exponen a las mujeres y las niñas a un mayor riesgo de sufrir violencia de género, embarazos no deseados e infecciones, e interrumpen el acceso a recursos esenciales como alimentos, agua, medicinas, servicios sociales y atención médica. No debemos perder de vista el impacto físico, psicológico y espiritual que la guerra y la inestabilidad tienen en las mujeres, los/as niños/as y los/as jóvenes.
Las mujeres y los/as niños/as son los/as más afectados/as por las acciones del gobierno israelí. Al 5 de diciembre, de los/as 16.200 palestinos/as asesinados/as desde el 7 de octubre, 12.000 eran mujeres y niños/as; y de acuerdo con ONU Mujeres 951.490 mujeres y niñas han sido desplazadas. Adicionalmente, 50.000 mujeres en Gaza están embarazadas, más de 180 dan a luz cada día, y muchas no pueden recibir atención ni acceder a recursos médicos para cesáreas de emergencia o agua potable para mezclar fórmulas infantiles.
Más de 2,2 millones de palestinos/as viven en Gaza, de los/as cuales 1,93 millones se han visto obligados/as a huir. Los/as palestinos/as están experimentando niveles extraordinarios de desplazamiento interno, mientras que voces extremistas en la política israelí piden la expansión de los asentamientos ilegales en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, y hay quienes piden expulsar por completo a la población palestina de Gaza. Varias aldeas palestinas de Cisjordania ya han sido acosadas y amenazadas, lo que ha obligado a sus residentes a huir. Estas propuestas y acciones poco éticas son una clara violación del derecho internacional y provocan temores justificados de limpieza étnica, genocidio y otra Nakba. No podemos apartar la vista de esta grave crisis.
También condenamos la retórica antipalestina, antisemita y antimusulmana y el consiguiente aumento de los crímenes de odio contra personas, familias y comunidades palestinas, judías y musulmanas en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Como mujeres de fe comprometidas con la paz con justicia, nos inspira el trabajo de mujeres palestinas, árabes israelíes y judías israelíes que abogan por soluciones que minimicen el derramamiento de sangre y proporcionen un camino a seguir. Unimos nuestras voces a las de las mujeres palestinas e israelíes que desde hace tiempo reconocen que lograr una paz duradera en la región requerirá una solución política negociada. El status quo de ocupación continua, negación de la autodeterminación y guerra intermitente no conducirá a una paz, libertad y seguridad justas y duraderas para ambos pueblos. También nos unimos a las voces israelíes que piden el repudio del lenguaje extremista y que el gobierno israelí demuestre que no implementará un programa genocida contra los/as palestinos/as.
Desafortunadamente, la voz de las mujeres rara vez se amplifica durante la guerra. Y, sin embargo, como mujeres de fe, sabemos que las mujeres no son sólo víctimas sino también actores poderosas que generan soluciones políticas creativas y fructíferas. Todas las negociaciones deben incluir la voz y las preocupaciones de las mujeres, incluido el cumplimiento del marco global establecido en la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre Mujeres, Paz y Seguridad. Continuamos con el espíritu de nuestras antepasadas y la viuda confrontando al juez injusto urgiendo justicia en Lucas 18.
Mujeres Unidas en la Fe insta a la administración del presidente Biden y al Congreso a apoyar:
• Un alto el fuego permanente e inmediato.
• Cumplimiento del derecho internacional humanitario y liberación de todos/as los/as rehenes civiles.
• Levantar el bloqueo de 16 años sobre Gaza que ha sometido a 2,2 millones de palestinos/as a un castigo colectivo.
• Acceso y entrega humanitaria plena y sin obstáculos a todas partes en Gaza.
• El fin del suministro de armas estadounidenses a Israel y un embargo general de armas en toda la región.
• La inclusión de las mujeres, las organizaciones de mujeres y las perspectivas de género en las negociaciones de paz y las resoluciones futuras, cumpliendo con el marco global establecido en la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre Mujeres, Paz y Seguridad.
Alentamos a nuestros miembros y al público en general a unirse a nosotros en oración y acción:
• Comuníquese con la Administración y el Congreso de los EE. UU.
• Denuncie activamente los discursos y acciones de odio antipalestinos, antimusulmanes y antisemitas.
• Busque deliberadamente las perspectivas de las mujeres palestinas, árabes israelíes y judías israelíes que trabajan por la justicia y la paz.
• Obtenga más información sobre los sufrimientos de palestinos/as e israelíes y las formas no violentas de poner fin al conflicto palestino-israelí desde la perspectiva de todas las comunidades religiosas, incluido el documento Kairos Palestina.
• Apoye a los/as cristianos/as palestinos/as durante esta época de Adviento y Navidad.
• Lea las posiciones oficiales de La Iglesia Metodista Unida sobre la oposición a los asentamientos israelíes en tierras palestinas y un camino para la paz en Palestina e Israel.
• Apoye la petición de la Conferencia General de Mujeres Unidas en la Fe “El Rol de la Mujer” que aborda el tema de las mujeres y los conflictos armados.
* Para leer el artículo original en ingles haga clic aquí. Puede escribirle a [email protected]
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU_Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
