Heather Hahn
2 de mayo, 2012 ? Noticias UMNS
La Conferencia General 2012 discute ahora mismo, 2 de mayo, un híbrido que no es el plan de restructuración del Llamado a la Acción o el Plan B. Se trata ahora del "Plan IMU", una versión negociada entre la gente que elaboró ambos planes y personas de las conferencia centrales. La nueva propuesta está impresa en el Daily Christian Advocate del 2 de mayo.
Las conversaciones empezaron tan pronto el Comité Legislativo de Administración General fracasó en su intento de recomendar alguna propuesta.
"Me parece que este es un plan fuerte y unificador que aprovecha lo mejor de todos los planes", dijo el Rdo. Gregory D. Stover, superintendente de Ohio Oeste, miembro de la Mesa Conexional y que apoyó el plan de Llamado a la Acción. "Creó que es una reflexión de cómo se está moviendo el Espíritu de Dios".
Stover está entre los 18 líderes que firmaron la versión negociada, todos delegados o reservas.
Joe Whittemore, uno de los signatarios y arquitectos del Plan B, dijo que el híbrido aborda las cosas que le preocupaban sobre el plan de Llamado a la Acción.
"Es un maravilloso ejemplo de santa conversación, en la cual gente con perspectivas diferentes&ellipsis; trabajan en lo que ven como lo mejor para la iglesia", dijo Whittemore, delegado laico de la Conferencia Anual de Georgia Norte y miembro de la Mesa Conexional.
La Federación Metodista para la Acción Social, que presentó un tercer plan, no fueron incluidos en las conversaciones.
"Después de leer el (nuevo) plan, me parece que está lejos de los valores y principios que buscamos, y no creo que enmiendas puedan convertirlo en un plan que pondrá a la iglesia en una dirección positiva", dijo Kevin M. Nelson del caucus progresivo. "Más bien, esperamos que se adopten los planes de las agencias de reducir sus directorios".
Erin Hawkins, directora de la Comisión sobre Religión y Raza, también criticó la nueva legislación. Este plan "debilita todo el trabajo que hemos hecho como denominación" para incluir a mujeres y gente de color en la toma de decisiones y en el liderazgo. "No entrega poder ni autoridad ni recursos para equiparnos a fin de ser una iglesia global".
2 de mayo, 2012 ? Noticias UMNS
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La Conferencia General 2012 discute ahora mismo, 2 de mayo, un híbrido que no es el plan de restructuración del Llamado a la Acción o el Plan B. Se trata ahora del "Plan IMU", una versión negociada entre la gente que elaboró ambos planes y personas de las conferencia centrales. La nueva propuesta está impresa en el Daily Christian Advocate del 2 de mayo.
Las conversaciones empezaron tan pronto el Comité Legislativo de Administración General fracasó en su intento de recomendar alguna propuesta.
"Me parece que este es un plan fuerte y unificador que aprovecha lo mejor de todos los planes", dijo el Rdo. Gregory D. Stover, superintendente de Ohio Oeste, miembro de la Mesa Conexional y que apoyó el plan de Llamado a la Acción. "Creó que es una reflexión de cómo se está moviendo el Espíritu de Dios".
Stover está entre los 18 líderes que firmaron la versión negociada, todos delegados o reservas.
Joe Whittemore, uno de los signatarios y arquitectos del Plan B, dijo que el híbrido aborda las cosas que le preocupaban sobre el plan de Llamado a la Acción.
"Es un maravilloso ejemplo de santa conversación, en la cual gente con perspectivas diferentes&ellipsis; trabajan en lo que ven como lo mejor para la iglesia", dijo Whittemore, delegado laico de la Conferencia Anual de Georgia Norte y miembro de la Mesa Conexional.
La Federación Metodista para la Acción Social, que presentó un tercer plan, no fueron incluidos en las conversaciones.
"Después de leer el (nuevo) plan, me parece que está lejos de los valores y principios que buscamos, y no creo que enmiendas puedan convertirlo en un plan que pondrá a la iglesia en una dirección positiva", dijo Kevin M. Nelson del caucus progresivo. "Más bien, esperamos que se adopten los planes de las agencias de reducir sus directorios".
Erin Hawkins, directora de la Comisión sobre Religión y Raza, también criticó la nueva legislación. Este plan "debilita todo el trabajo que hemos hecho como denominación" para incluir a mujeres y gente de color en la toma de decisiones y en el liderazgo. "No entrega poder ni autoridad ni recursos para equiparnos a fin de ser una iglesia global".