El tema de la inmigración, a menudo un asunto abstracto, se convirtió en cruda realidad para la obispa Minerva Carcaño y cerca de dos docenas de líderes Metodistas Unidos durante su visita al Valle de Rio Grande en agosto.
Un grupo de obispos y líderes de la Iglesia Metodista Unida se dirigió a la zona fronteriza del Valle de Rio Grande para realizar una inspección sobre las necesidades de los inmigrantes en los centros de detención, evaluar la ayuda que las agencias, iglesias y otras entidades Metodistas Unidas como UMCOR realizan en la zona. También observar la coordinación de ayuda con entidades ecuménicas y coordinar una estrategia.
Fotografías de la visita a la frontera
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La reunión de investigación y estrategia patrocinado por el Comité Metodista Unido de Auxilio, las Mujeres Metodistas Unidas y la Junta de Ministerios Globales, fue acelerada por las decenas de miles de familias y los menores no acompañados que llegan desde Honduras, Guatemala y El Salvador y que han cruzado a México y a Estados Unidos este año – sobre todo por el Rio Grande en el sur de Texas.
"Mi esperanza es que nosotros, como Metodistas Unidos seguiremos aprendiendo acerca de esta oportunidad de Ministerio a que Jesús nos está llamando, y poder crear una estrategia para un plan nacional y regional de cómo nosotros podemos responder," dijo Carcaño, líder de la Conferencia Anual de California-Pacífico (regional).
Así que la obispa y otros Metodistas Unidos vinieron a la frontera.
Tutorial en Riverside
A la reunión de agosto 17-19 se unió el obispo Julius Trimble de la Conferencia Anual de Iowa y copresidente, junto con Carcaño, del Grupo de Trabajo sobre Inmigración de la Iglesia Metodista Unida. El obispo James Dorff de las conferencias del Suroeste de Texas y Río Grande; el obispo jubilado Elías Galván, quien supervisa a la Misión Metodista Unida en Honduras; el obispo Felipe Ruiz Aguilar de la Iglesia Metodista de México; y varios representantes del ministerio y de las agencias generales de la Iglesia Metodista Unida.
Después de una mesa redonda de domingo con Metodistas Unidos locales y otros voluntarios en la respuesta a la crisis fronteriza, la delegación partió temprano a la mañana siguiente.
La caravana se detuvo primero en Anzalduas Park por una curva angosta en el río Grande donde, generalmente por la noche, personas cruzan en balsas sobrecargadas de gente a Estados Unidos.
Altas y bajas
El tour del grupo incluía paradas en la estación de autobuses de McAllen, punto de partida para los inmigrantes en libertad tras su detención inicial y en el Banco de alimentos del Valle de Río Grande, donde Metodistas Unidos y muchos otros han llegado de voluntarios y provisto de donaciones.
Probablemente un punto alto del tour fue la visita a la Iglesia Católica del Sagrado Corazón en el centro de McAllen, que es el centro local de socorro humanitario interreligiosa para el gran número de inmigrantes.
La Obispa Minerva Carcaño lideró al grupo en su paso por los centros de albergue. Se detuvo a conversar con familias y orar por ellas. También se tomó el tiempo para dedicarles atención y un momento especial a los niños.
Sam Hodges es reportero del Servicio Metodista Unido de Noticias UMNS.
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