Después de dos tiroteos masivos en Estados Unidos que mataron al menos a 31 personas, el Pueblo metodista unido ha respondido con oraciones y planes de acción para abordar el odio racial y la violencia por armas de fuego.
A media mañana del 3 de agosto, un hombre armado atacó a los compradores en una zona comercial popular en El Paso, estado de Tejas, cobrando la vida de al menos 22 personas, incluidos al menos ocho ciudadanos/as mexicanos/as.
Menos de 14 horas después, otro hombre armado abrió fuego contra una multitud en el distrito de entretenimiento de Dayton, estado de Ohio, matando a nueve e hiriendo a 27 en menos de un minuto. El presunto tirador, Connor Betts, de 24 años, también fue muerto por fuerzas de seguridad pública.
Aunque aún no se ha podido confirmar que hubiese metodistas unidos/as entre las víctimas, muchas congregaciones metodistas unidas en todo el país, utilizaron el culto de adoración dominical para llevar a cabo un ritual, que desgraciadamente se hace cada vez más frecuente en la sociedad estadounidense, de oración e intercesión por las familias que padecen las terribles consecuencias de la violencia armada. Los/as pastores/as también asumieron la tarea de ministrar a las personas afectadas.
El Rev. Eduardo "Eddie" Rivera, superintendente del Distrito Metodista Unido de El Paso, telefoneó a sus pastores/as en la noche de la tragedia, ofreciéndoles aliento en medio de las duras circunstancias en las que tenían que llevar a cabo los servicios de adoración dominical: “Mi mensaje para ellos/as fue ‘Atiendan sus rebaños. Estén con ellos/as y sean fuente de paz y acompañamiento", dijo Rivera’”.
Ese desafío recayó en Salvador Perales Jr., en su primer domingo como pastor de la Iglesia Metodista Unida The Ridge en El Paso. Perales, un servidor laico certificado, a principios de la semana había elegido iniciarse con un sermón llamado "Fe en tiempos inciertos". Mientras mantuvo el título, se apresuró a adaptar el sermón a las circunstancias desgarradoras: “Mi mensaje a la iglesia fue:‘ Dios es nuestro refugio. Dios es nuestra fuerza", dijo.
Perales enfatizó que los residentes de El Paso se habían unido, con tantos haciendo fila para donar sangre que los bancos de sangre locales tuvieron que rechazar a la gente: "En medio de esta tragedia, vimos el amor de Dios y el amor que la gente tiene entre sí", dijo Perales, quien es nativo de El Paso.
La gente de El Paso se enfrenta a la posibilidad de que el ataque haya sido por odio racial, inspirado en la supremacía blanca como motor de la masacre. El sospechoso, Patrick Crusius, de 21 años, de Allen, cerca de Dallas en el estado de Tejas, está bajo custodia. Los fiscales locales han anunciado que buscarán la pena de muerte, y las autoridades federales lo están investigando por delitos de odio y terrorismo doméstico.
Los informes noticiosos señalaron que la evidencia en las redes sociales, incluido un manifiesto lleno de odio, indica que Crusius pudo haber cruzado el estado de Tejas para llegar a El Paso y atacar a inmigrantes hispanos/as.
"Esto es un tremendo shock para el alma colectiva de nuestra ciudad. El Paso es 80 por ciento hispano-latino y el tirador dirigió su ataque a los mexicanos, eso también trae un nuevo nivel de preocupación y conmoción", dijo Rivera.
El Instituto Lydia Patterson es una reconocida escuela metodista unida en El Paso que ofrece educación en inglés y preparación universitaria. Los/as estudiantes incluyen muchos/as jóvenes que vienen diariamente desde Ciudad Juárez en México. La escuela informó a los funcionarios de la Conferencia Anual de Nuevo México que su comunidad de estudiantes, profesores y personal aparentemente no había sido afectada directamente por el ataque. El Paso es parte de la Conferencia Anual de Nuevo México. Pero los disparos están en la mente de todos/as a medida que se acerca un nuevo año escolar.
"Mi reacción fue que, ahora más que nunca, debemos seguir proclamando las buenas noticias. Enseñamos amor y respeto a todos, independientemente de la raza, religión, nacional o cualquier otra gracia dada por Dios a diferencia de la nuestra", dijo Socorro de Anda, presidenta de la escuela por mucho tiempo, en una nota a los fideicomisarios.
Respondiendo a los asesinatos en masa
La gente se reúne en el distrito de entretenimiento de Dayton, Ohio, el día después de que un tiroteo masivo cobró la vida de nueve personas, sin incluir al tirador. Foto del Ver. Cris Reese, Conferencia Anual del Oeste de Ohio.
Libro Metodista Unido de Resoluciones “Our Call to End Gun Violence”
Concilio Mundial de Iglesias Church se pronuncia en solidaridad
Concilio nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos: Gun Violence Must End Now
El motivo del tirador de Dayton sigue siendo incierto, aunque la cuenta de Twitter que parece pertenecerle contenía publicaciones de extrema izquierda y contra la policía. Los presuntos asesinos en ambas ciudades son hombres blancos.
Cuando el Obispo Gregory V. Palmer supo las trágicas noticias, reflexionó sobre cómo esa violencia se ha vuelto demasiado común: “Sigue siendo impensable que realizar las actividades ordinarias de la vida sea peligroso. Sin embargo, es aleccionador”, escribió Palmer, cuya Conferencia Anual del Oeste de Ohio abarca la ciudad de Dayton. "Debemos encontrar formas de actuar con sensatez, fidelidad y esperanza para que los tiroteos masivos sean cosa del pasado", agregó el Obispo Palmer.
En lo que va del año, la cantidad de tiroteos masivos en los EE. UU. ha superado la cantidad de días que han transcurrido durante 2019, según la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive. El grupo de investigación define los disparos en masa cuando se producen cuatro o más disparos, sin incluir los que pueda recibir el tirador.
Hasta el 5 de agosto, el día 217 del año, EE. UU. había experimentado 255 tiroteos masivos según el recuento de la mencionada organización. En poco más de una semana, también se produjeron tiroteos masivos en el Festival del Ajo de Gilroy, California, donde murieron tres personas; una fiesta de barrio en Brooklyn, que dejo una víctima mortal; un ataque en una tienda Walmart de Southaven, Mississippi, donde murieron dos personas y el tiroteo de un parque en Chicago, donde fueron baleadas siete personas.
Los/as metodistas unidos/as han buscado durante mucho tiempo formas de detener la violencia armada en todas sus formas. El Libro de Resoluciones de la denominación alienta a las congregaciones a abogar por medidas tales como la verificación universal de antecedentes para todas las compras de armas y prohibiciones para la compra de armas con gran capacidad de carga de municiones y/o diseñadas para disparar múltiples ráfagas cada vez que se aprieta el gatillo. Tanto en El Paso como en Dayton, los presuntos pistoleros estaban armados con armas de asalto y cargas adicionales.
Pero tales cambios requieren una acción federal. Desde principios de este año, la Junta General de Iglesia y Sociedad (GBCS) de La Iglesia Metodista Unida (IMU) se unió a los/as miembros de la iglesia para abogar por que el Senado de los EE. UU. adopte un proyecto de ley para la verificación universal de antecedentes. La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley bipartidista complementario el 27 de febrero.
La Revda. Jeania Ree V. Moore, directora de derechos civiles y humanos de GBCS, dijo que la defensa incluye más que leyes individuales: "El argumento que hace la iglesia no es que algún tipo de armas estén bien y otras no. Es más profundo, es sobre la visión del profeta Miqueas que las armas de guerra se convertirán en instrumentos de paz", dijo.
Para reflexiones de grupos pequeños, su agencia ofrece el estudio bíblico "Sueños del reino, realidades violentas", basado en Miqueas 4: 1-4. Moore también pidió a los/as metodistas unidos/as de raza blanca, que prediquen contra el pecado de la supremacía blanca donde sea que esté presente. La denominación en los EE. UU., es abrumadoramente blanca” señaló.
"Si los/as metodistas unidos/as no predican explícitamente contra la glorificación de la raza blanca, contra el nacionalismo blanco, contra cualquier visión del mundo que promueva la supremacía blanca, eso es una amenaza", dijo.
MARCHA (Metodistas Asociados que Representan la Causa de los Hispano Americanos), realizó una declaración durante su reunión anual del 1 al 4 de agosto en Filadelfia: "Hacemos un llamado a todos/as los/as metodistas unidos/as y otras personas de fe y buena voluntad para orar por todos/as los/as afectados/as y exigir a nuestros/as líderes electos/as que aborden estos problemas con urgencia", dijo el caucus hispano-latino en su comunicado.
El grupo también pidió a la Conferencia General, el máximo órgano legislativo de la denominación, "que denuncie inequívocamente el mal de la supremacía blanca y lo declare incompatible con las enseñanzas cristianas".
El Obispo W. Earl Bledsoe, cuya área de liderato episcopal incluye a la ciudad de El Paso, señaló en un comunicado que los/as metodistas Unidos/as en la ciudad no se están retractando de dar la bienvenida al extranjero: "Durante muchos años, el área de El Paso ha sido asediada por la controversia sobre la inmigración y, sin embargo, nuestras comunidades religiosas han trabajado juntas para responder a las necesidades de quienes buscan asilo y una mejor forma de vida para sus familias. Quiero agradecer a todas nuestras iglesias que han brindado su tiempo, recursos, oraciones y amor", dijo.
* Hahn y Hodges son escritores de United Methodist News. Contáctelos al 615-742-5470 o [email protected].
** El Rev. Gustavo Vasquez es el Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano/latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: [email protected].