Mientras el país enfrenta la incertidumbre política que se ha profundizado después del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, las personas que participan en el trabajo misionero que mantiene la Conferencia Anual de Michigan en Haití, piden el apoyo en oración del pueblo metodista unido por toda esta situación y por las consecuencias del incendio que, el día anterior al magnicidio, afectó las instalaciones de HAPI (Haitian Assets for Peace International - Valores Haitianos por la Paz Internacional), un ministerio auspicia do por La Iglesia Metodista Unida.
Por otra parte, la tormenta tropical Elsa azotó la costa sur de Haití el 3 de julio, derribando árboles y arrancando techos de edificios a su paso a través del Caribe. Tierra adentro, en Mizak, sede de Haitian Assets for Peace International, Elsa cortó el servicio de WIFI. Los residentes del área, que consideraban haber sido afortunados/as por la leve afectación de esta tormenta, en comparación con los huracanes que han vivido en el pasado reciente, vivieron nuevos momentos de angustia apenas un día después.
En un período de 24 horas a partir del 6 de julio, un incendio destruyó los recursos utilizados por el laboratorio de computación de HAPITech y mientras se evaluaban los daños y se ponía en marcha un plan de recuperación, se conoció la noticia del asesinato del presidente Jovenel Moïse.
En los últimos meses, los disturbios en la nación habían llevado a personas a la comunidad de Mizak, en la cima de la montaña, en busca de capacitación, atención médica y seguridad frente a la violencia en los centros urbanos. Quienes han llegado buscando refugio en Mizak, temen por lo que sucederá de ahora en adelante.
El incendio que se produjo en la madrugada del 6 de julio de 2021, destruyó una parte del Merlet Center en Mizak. Valerie Mossman-Celestin, una estadounidense que trabaja como directora ejecutiva de HAPI, recibió una llamada telefónica en su casa en Michigan, informándole sobre el incendio.
A las 4:30 am, un guardia descubrió que la parte superior del edificio se estaba quemando mientras se preparaba para encender el generador para la operación diaria de la Clínica de Salud Felisane y el centro de capacitación HAPITech.
Mario Damis, coordinador de HAPITech, el centro de capacitación vocacional de Haitian Assets for Peace International, inspecciona una pila de 15 computadoras portátiles destruidas después de que el almacén se quemó en la madrugada del 6 de julio. Ahora su prioridad es restaurar el Internet de HAPI para ayudar a restablecer las comunicaciones tan necesarias, en este tiempo turbulento que vive Haití. Foto cortesía de Valerie Mossman-Celestin
Cuando dio la alarma, los/as vecinos/as formaron una brigada con baldes de agua y las llamas se apagaron antes de que toda la estructura pudiera ser destruida. El área de almacenamiento de seguridad, que contiene 15 computadoras portátiles, dos enrutadores y otros componentes de la computadora, sufrió pérdida total.
También se perdió una caja de efectivo que contenía más de $ 5,300 USD, principalmente dinero de farmacia y algunos fondos operativos. El personal utilizaba varias computadoras, pero la mayoría eran usadas por estudiantes inscritos/as en el curso de computación de HAPITech. El total de las pérdidas provocadas por este incendio se estima es de $ 15,000 entre equipos y dinero en efectivo.
La causa del incendio sigue siendo desconocida hasta el momento. Sin embargo, se sospecha que pudo haber tenido origen eléctrico: "Hemos estado luchando con un sistema de energía envejecido durante algún tiempo", dijo Celestin. Explicó que la energía solar recolectada durante el día está diseñada para alimentar el centro las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Sin embargo, las baterías se agotaron y ha sido imposible conseguir unas nuevas: “Hay baterías de repuesto disponibles en la ciudad, pero las pandillas han levantado barricadas y confiscan todos los suministros que se transportan a cualquier lugar. Simplemente no podíamos arriesgarnos a transportar $ 10,000 en baterías”, explicó Celestin.
HAPI ha dependido de un generador de propano. "Tenemos suerte de que el tanque de propano no se haya fundido en el fuego. Gracias a Dios que no hubo heridos y el edificio no fue destruido en su totalidad", agregó.
La limpieza de la destrucción se retrasó hasta que un juez pudiera investigar el incidente durante la tarde del 6 de julio. El juez preguntó si se sospechaba de un incendio provocado, pero los que estaban en el lugar dijeron que no. El juez solicitó que la zona permaneciera intacta hasta la emisión de su informe.
Un ingeniero también hizo una inspección preliminar del edificio, pero dijo que no se podían realizar pruebas en el sistema eléctrico hasta que se realizara una limpieza adicional de los escombros. No pudo determinar la integridad estructural del edificio, mientras Celestin dijo que se dejará la energía hasta que todo esté probado.
Celestin ha hecho de la restauración de Internet una prioridad para facilitar la comunicación. "La mensajería de texto con disponibilidad aleatoria en dos idiomas es difícil, pero estamos contentos de que eso pueda seguir adelante", comentó.
En la actualidad, la clínica continúa recibiendo pacientes. El médico residente, Dr. Lauture, dijo: "El incendio es una gran pérdida para HAPI". Casi la mitad del dinero consumido en el incendio se utilizaría para proporcionar pruebas de laboratorio, pagar al técnico de laboratorio y abastecer la farmacia con medicamentos y suministros consumibles. “Las mamás que vienen a nosotros reciben medicamentos gratis como parte de su participación en Start Right”, compartió Celestin.
El laboratorio de computación HAPITech ha sido un activo muy importante para la comunidad en los últimos años. En los 14 años que HAPI ha estado trabajando en la comunidad rural de Mizak, al sur de la capital haitiana, los programas se han expandido desde la fabricación y comercialización de artesanías hasta la atención de la salud materna y la formación profesional. Foto cortesía de Valerie Mossman-Celestin
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Mario Damis, Coordinador de HAPITech dijo: “este es el único lugar en Mizak que ofrece un curso de computación de calidad mundial, gracias a nuestro laboratorio de computación. Desafortunadamente, este incidente quemó todos nuestros recursos. Nuestras computadoras portátiles y equipos de red se han ido. Esto impactará profundamente a los/as estudiantes que ya han comenzado el programa”.
Por su parte, Celestin agregó que “están realmente motivados/as. Esos/as estudiantes podrían buscar capacitación en otro lugar. Pero los precios de la gasolina son de $ 12 el galón y correrían un gran riesgo físico al viajar a la ciudad ".
La agitación en Haití ha aumentado en los últimos meses. La violencia de las pandillas ha desplazado a muchos/as. Esa inestabilidad ha creado un movimiento de personas desplazadas fuera de las ciudades, hacia las zonas rurales para escapar de los ataques. Durante este tiempo, HAPI ha visto un aumento en quienes buscan capacitación y servicios de salud. “Teníamos 35 estudiantes en HAPITech y ese número saltó a 100 hace un año, por el temor de la gente de ir a Puerto Príncipe”, comentó Celestin quien agregó que “la cantidad de mujeres que acuden a la clínica de maternidad es una bola de nieve".
"Irónicamente, la guerra de pandillas que está forzando a la gente a precisar de nuestros servicios, es la misma fuerza que nos impide cumplir con nuestra meta de reemplazar nuestras fuentes de suministro de energía y la adquisición de otros insumos necesarios para atender a la creciente población que acude a nuestro centro. Con la noticia del asesinato presidencial, mi miedo es un baño de sangre entre bandas opuestas en medio de este vacío de poder. Esto supondrá un estrés adicional para conseguir los escasos recursos que se consiguen, ya que perturba aún más el flujo de alimentos y combustible", afirmó Valerie.
Ella describe el desarrollo de los recientes acontecimientos y su impacto económico, ya que “las comunidades rurales de Haití dependen no solo de la diáspora que envía sus remesas, sino también de los/as miembros de la familia que trabajan en Puerto Príncipe en la economía formal. Además de esto, hay que recordar que el pueblo haitiano depende en buena medida de los cultivos que fueron arrasados por los vientos del huracán Elsa. Estas fuentes de ingreso que contribuyen al flujo de caja están colapsando. A medida que más personas huyen de la ciudad en busca de refugio de la violencia, la situación económica empeora. Estamos viendo evidencia física de esto en el aumento de las tasas de desnutrición infantil y de mujeres embarazadas. Luego, el incendio acabó con nuestro fondo de farmacia, tecnología y comprometió nuestra capacidad para responder rápidamente ".
* Haitian Assets for Peace International es una iniciativa apoyada por la Junta General de Ministerios Globales de La Iglesia Metodista Unida y un socio ministerial de la Conferencia Anual de Michigan. Para ver el articulo original en ingles presione aquí.
* Rev. Gustavo Vasquez, es Director de Noticias Metodistas Unidas para la audiencia hispano-latina. Puede contactarle al (615)742-5155 o por el correo: [email protected]. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis a UMCOMtigo