Puntos clave:
- Un grupo de metodistas unidos se vio transformado por la peregrinación de Juan y Carlos Wesley en el Reino Unido.
- El grupo visitó lugares clave en Bristol, Epworth, Oxford y Londres, donde aprendió cómo los Wesley vivían su fe y trabajaban para transformar su mundo.
- Al conectarse con sus raíces wesleyanas, los miembros del grupo se fueron renovados en su compromiso de encarnar el amor, la gracia y la acción, y de trabajar por la justicia y la fe.

Photo courtesy of the Northern Illinois Conference.
Artículos de Opinión
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Del 30 de noviembre al 10 de diciembre de 2024, un grupo de personas hispanas/latinas, representantes de diferentes segmentos de la Iglesia Metodista Unida en los Estados Unidos, participó en la Peregrinación de Juan y Carlos Wesley en el Reino Unido.
Patrocinada por el Plan for Hispanic/Latino Ministry, el Discipleship Ministry y The General Commission on Religion and Race of the United Methodist Church, esta peregrinación bilingüe (inglés-español) nos llevó a través de los sitios históricos y espirituales del movimiento Wesleyano, visitando lugares clave en Bristol, Epworth, Oxford y Londres. Estos lugares no eran simplemente puntos históricos de interés, sino testimonios vivos de la profunda fe y misión de Juan y Carlos Wesley, los fundadores del metodismo.
Caminando en sus pasos, fuimos transformados por la relevancia perdurable de su teología y práctica, particularmente su compromiso con los marginados, su trabajo por la justicia, sus gestos de compasión y su énfasis en la santidad de corazón y vida. La peregrinación fue liderada por el Rev. Dr. Paul W. Chilcote, el Rev. Dr. Steven W. Manskar, el Rev. Dr. Edgardo Colón-Emeric, el Dr. Pedro Zavala, la Rev. Dra. Lydia Muñoz, el Rev. Dr. Giovanni Arroyo y la Sra. Erin Hawkins (candidata a doctorado), cuyas perspectivas y reflexiones enriquecieron cada aspecto de nuestro viaje.
Mi contribución se centró en redactar el devocional diario y ayudar a planificar los servicios eucarísticos diarios, recordándonos la centralidad de la Mesa en la espiritualidad Wesleyana.
Para Juan Wesley, la Eucaristía era un memorial y un medio de gracia, donde el amor de Dios se experimenta y comparte tangiblemente. Cada vez que nos reuníamos alrededor de la Mesa, recordábamos la inclusividad radical del reino de Dios, una visión que guió el ministerio de los Wesley y que debe guiar el nuestro hoy.
Bristol: El Corazón del Ministerio Wesleyano
Nuestro peregrinaje comenzó en Bristol, un centro vital en la historia Wesleyana. En el New Room, el edificio metodista más antiguo del mundo, John Wesley estableció un lugar para la predicación, la enseñanza y el cuidado de las personas que vivían en pobreza.
La simplicidad del New Room contrasta con la grandeza de muchas estructuras eclesiásticas, recordándonos que el evangelio florece no en la opulencia, sino en el servicio humilde. En Bristol, los hermanos Wesley ministraron a los mineros, los prisioneros y los marginados. Predicaron el mensaje radical del amor de Dios para todos, desafiando las rígidas estructuras de clases de la Inglaterra del siglo XVIII.
Su ministerio estuvo marcado por la acción: fundaron escuelas para niños pobres, abogaron por salarios justos y proporcionaron atención médica. Los Wesley también fueron opositores vocales del comercio transatlántico de esclavos, que prosperaba en ciudades como Bristol.
La apasionada denuncia de John Wesley contra la esclavitud en sus escritos, incluyendo su influyente tratado Thoughts Upon Slavery (Pensamientos sobre la esclavitud), inspiró a muchos a unirse a la causa abolicionista. De pie en el New Room, recordamos cómo la fe puede alimentar la lucha por la justicia y cómo nuestra iglesia hoy está llamada a enfrentar las injusticias sistémicas con similar valentía.
Al pararnos en el mismo púlpito donde John Wesley proclamó las buenas nuevas, reflexionamos sobre la misión de nuestra iglesia y cómo se alinea con este legado de ministerio integral. ¿Estamos nosotros también encarnando el evangelio de maneras que transforman vidas?
Epworth: Donde Todo Comenzó
Visitamos la rectoría (casa pastoral) donde nacieron John y Charles Wesley en Epworth. Este tranquilo pueblo fue el semillero de un movimiento espiritual que se extendió por continentes. Caminando por las habitaciones y campos de la rectoría, recordamos la profunda influencia de su madre, Susanna Wesley. Sus prácticas espirituales disciplinadas y su fe inquebrantable moldearon la teología y el ministerio de sus hijos.
También visitamos la Iglesia de San Andrés en Epworth, donde John y Charles Wesley fueron bautizados bajo el ministerio de su padre, el Rev. Samuel Wesley. Este espacio sagrado lleva las profundas raíces espirituales de la tradición Wesleyana. Incluso estar afuera de la iglesia donde los hermanos Wesley fueron bautizados fue un recordatorio conmovedor del poder del pacto y la comunidad en la formación de la fe.
La tumba del Rev. Samuel Wesley se encuentra en el cementerio de la iglesia, un testimonio de su compromiso con la Iglesia de Inglaterra y de su profunda influencia en la vida y el ministerio de sus hijos. En Epworth también encontramos el énfasis Wesleyano en la gracia preveniente: el amor y la misericordia de Dios en acción antes de que lo sepamos.
El despertar espiritual de John Wesley en Aldersgate (Londres) más tarde testificó de esta gracia, pero sus raíces fueron plantadas en Epworth. Esta visita nos desafió a considerar cómo nuestra iglesia nutre las vidas espirituales de nuestros miembros, especialmente de los más jóvenes entre nosotros. ¿Cómo podemos ser mediación donde la gracia se experimente, sea celebrada y compartida?
Oxford: El Lugar de Nacimiento del Club Santo
Nuestro viaje continuó en Oxford, donde los hermanos Wesley estudiaron y formaron el Club Santo. Este grupo de estudiantes se comprometió con la oración, el ayuno, el estudio de la Biblia y las obras de misericordia. A pesar de ser ridiculizados por sus compañeros debido a su enfoque metódico de la fe, aceptaron el nombre de "metodistas" como un signo de respeto. En Oxford reflexionamos sobre la interacción entre la fe y el intelecto (razón) que caracteriza la tradición Wesleyana. El compromiso de los Wesley con el estudio riguroso y la práctica disciplinada nos recuerda que la fe no es anti-intelectual, sino que prospera en un compromiso reflexivo con las Escrituras y el mundo. Su práctica de visitar prisioneros y cuidar a los enfermos nos recordó que nuestra fe nunca debe estar confinada a los muros de la academia o la iglesia, sino que debe vivirse en actos de amor y justicia.
Londres: El Movimiento se Expande
Nuestra peregrinación concluyó en Londres, donde visitamos la Saint Paul’s Cathedral (Anglican), la Wesley’s Chapel y la Foundery, el centro de la expansión del metodismo. La visita a la Catedral de San Pablo añadió otra dimensión profunda a nuestro viaje mientras participamos en el espléndido Advent Evensong. Al lado de la catedral se encuentra una estatua de John Wesley, que conmemora su ministerio de predicación y sus importantes contribuciones a la fe cristiana.
Este sitio es esencial porque simboliza la conexión de Wesley con la Iglesia Anglicana y la tradición cristiana más amplia. Es un recordatorio de los esfuerzos de Wesley por reformar y revivir la iglesia y la nación, siempre basados en un profundo respeto por su herencia. De pie frente a la estatua, reflexionamos sobre cómo el ministerio de Wesley superó divisiones y renovó innumerables vidas. En la Capilla Wesley, celebramos el Servicio Dominical y compartimos fraternidad con otros fieles, reflexionando sobre el legado de John Wesley y el crecimiento del movimiento metodista. La capilla, con su rica historia y vibrante comunidad, sirvió como un recordatorio poderoso del impacto duradero del ministerio de los Wesley.
Mientras nos reuníamos en adoración, fuimos inspirados por el espíritu comunitario que Wesley fomentó. Su visión de una iglesia que acogiera a todas las personas, independientemente de su estatus social, raza o antecedentes, era palpable en este lugar. La Fundición, que una vez fue un sitio para la predicación, el discipulado y la formación de nuevas sociedades metodistas, simbolizó la expansión de un movimiento arraigado en el amor radical y la inclusividad. Aquí contemplamos nuestros roles en avanzar una visión de justicia y compasión en el mundo de hoy. Los himnos de Charles Wesley, algunos de los cuales cantamos durante nuestra peregrinación, dieron voz a su teología, impregnando doctrinas de gracia, salvación y santificación en los corazones de la gente común. También recordamos las últimas palabras de John Wesley en su lecho de muerte: "Lo mejor de todo es que Dios está con nosotros." Estas palabras finales encapsulan la profunda fe y seguridad que lo acompañaron durante su vida y ministerio.
Uno de los momentos más conmovedores fue estar junto a la tumba de John Wesley. Su epitafio declara: "El mundo es mi parroquia," que define su visión de un evangelio sin límites. Nos recordó que nuestra misión no está limitada por geografía, clase social o cultura. También visitamos el Methodist Central Hall Westminster, un sitio significativo para el metodismo en todo el mundo. Este gran edificio simboliza la misión global del metodismo y su compromiso con la justicia social y el ecumenismo.
El Salón Metodista Central ha acogido innumerables eventos que promueven la paz, el diálogo y la unidad, incluyendo la primera reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1946. De pie en este espacio histórico, recordamos el impacto global del movimiento Wesleyano y su llamado a trabajar incansablemente por un mundo justo y reconciliado. El compromiso del movimiento Wesleyano con los marginados—los pobres, los oprimidos y los olvidados—es un llamado que resuena profundamente con nuestra declaración conocida: "Corazones abiertos; Mentes abiertas; Puertas abiertas." Durante nuestro tiempo en Londres, participamos en discusiones significativas sobre cómo llevar adelante el espíritu de activismo y servicio de los Wesley en nuestro contexto contemporáneo. Su ejemplo nos desafía a celebrar nuestra fe y vivirla a través del compromiso comunitario, la justicia social y la defensa de los marginados.
Momentos de Aprendizaje y Conversación
Además de la Eucaristía diaria y las visitas a los sitios, la peregrinación incluyó sesiones diarias de aprendizaje dirigidas por nuestros estimados líderes. Estas sesiones estuvieron marcadas por conversaciones profundas y enriquecedoras, con interacciones significativas entre los ponentes y los peregrinos. Los líderes aportaron perspectivas únicas a la tradición Wesleyana, generando un diálogo y una reflexión significativos. Un tema central de estas sesiones fue explorar lo que significa ser Metodista hoy.
Reflexionamos sobre el compromiso histórico y teológico de la tradición Wesleyana con el bienestar de todos, destacando la justicia social, la santidad social, el crecimiento espiritual y la opción preferencial bíblica por los pobres—un diálogo entre la Teología Wesleyana y la Teología de la Liberación. Los líderes nos desafiaron a considerar cómo encarnamos esta herencia en nuestras vidas personales y comunitarias para mediar en la transformación y renovación de las naciones. ¿Cómo vivimos una fe que busca no solo la salvación individual, sino también la transformación de la sociedad? ¿Cómo practicamos la santidad social, donde la fe y la justicia se intersectan en actos concretos de amor y defensa de los derechos? Estas sesiones enriquecieron nuestra comprensión de los sitios visitados, conectando narrativas históricas con perspectivas teológicas y relevancia práctica para hoy. Nos inspiraron a llevar adelante la visión Wesleyana de un mundo renovado por la gracia de Dios, donde el bienestar y la integridad de la vida de cada persona reflejan el corazón del evangelio.
Lecciones para Hoy
En conclusión, nuestra peregrinación por estos sitios vitales nos conectó profundamente con la tradición Wesleyana y su llamado a la justicia, la fe y el servicio. Regresamos renovados en nuestro compromiso de encarnar los principios de amor, gracia y acción que caracterizaron las vidas de John y Charles Wesley. Las lecciones aprendidas durante este viaje sin duda guiarán nuestro ministerio y vidas personales mientras nos esforzamos por crear un mundo más justo e inclusivo, tal como lo hicieron los Wesley hace muchos años.
Reflexionando sobre esta experiencia transformadora, nos preguntamos: ¿Cómo podemos continuar el trabajo de justicia y fe en nuestras comunidades? Mientras tomamos las lecciones aprendidas de esta peregrinación, inspirémonos para caminar en los pasos de los Wesley y mantener su legado de compasión y acción que disemina la integridad y dignidad humanas en nuestro mundo actual.
* Junker es pastor de la Iglesia Metodista Unida de Poplar Grove (Illinois).
** Contacto de noticias en español: Rev. Gustavo Vasquez, Coordinador de Relaciones Hispano-Latinas de UMCOM 615-742-5470, [email protected] o IMU_Hispana-Latina @umcom.org